La violencia y el crimen organizado han golpeado con fuerza a la sociedad peruana durante el primer trimestre de 2025, según el más reciente informe del Observatorio del Crimen y la Violencia. Uno de sus capítulos incluye una encuesta de Ipsos que estima que cerca de cinco millones de adultos han sido los más afectados por las consecuencias del crimen violento.
El informe revela que el 21% de la población nacional, equivalente a unos cinco millones de personas, afirma haber recibido o conocer a alguien que ha recibido una comunicación extorsiva en los últimos tres meses. En Lima, la cifra asciende al 27%, lo que representa más de 1,7 millones de habitantes de la capital.
Lima como el epicentro de la violencia armada
Asimismo, otro de los datos más impactantes del informe es que el 38% de los limeños ha presenciado o conoce a alguien que recientemente ha estado cerca de un tiroteo callejero, una cifra «sorprendentemente alta» según señala el reporte. A nivel nacional, este porcentaje alcanza el 23%, lo que equivale a 5,6 millones de personas afectadas por este tipo de experiencia traumática.
«La concentración en Lima es sorprendentemente alta y, considerando su peso poblacional, la gran mayoría de respuestas a nivel nacional se concentran aquí», destaca el documento evidenciando que la capital peruana se ha convertido en el principal escenario de la violencia armada en el país.

La geografía del crimen en Perú
El informe revela importantes diferencias regionales en la incidencia del crimen organizado. En el norte del país, el 24% de la población ha sido víctima o conoce víctimas de extorsión, igualando la cifra registrada en el oriente peruano. En contraste, la región sur presenta el índice más bajo, con un 10% de afectación.
En cuanto a los tiroteos callejeros, después de Lima, las regiones más afectadas son el norte (32%), el centro (28%) y el sur y oriente (ambos con 24%), configurando un mapa de la violencia que afecta a prácticamente todo el territorio nacional.
La extorsión también alcanza a los más pobres
La encuesta también revela que aproximadamente uno de cada cinco peruanos responde afirmativamente cuando se le pregunta si su economía familiar ha sido afectada por el crimen organizado en los últimos tres meses. Lo más preocupante es que, aunque la mayor concentración de casos se da en los niveles socioeconómicos C y D, la extorsión también alcanza significativamente a los sectores más pobres de la sociedad (NSE E).
«Impacta especialmente que la extorsión también alcance a los más pobres, considerando sus ingresos familiares mensuales», señala el informe, subrayando cómo el crimen organizado está agravando la situación económica de quienes ya viven en condiciones precarias.
Los resultados de este segundo reporte del Observatorio del Crimen y la Violencia dibujan un panorama desalentador para Perú en 2025. Lejos de ser un fenómeno aislado, el crimen organizado se ha convertido en una realidad cotidiana para millones de peruanos, independientemente de su nivel socioeconómico, edad o lugar de residencia.
El perfil de las principales víctimas corresponde a personas que viven en zonas urbanas, mayores de 25 años, y concentradas principalmente en los niveles socioeconómicos C, D y E, que en conjunto representan el 86,7% de la población nacional.
*El Observatorio del Crimen y la Violencia es una iniciativa respaldada por el BCP, el Banco de Ideas Credicorp y Capital Humano y Social S.A. Conoce más aquí.