El último informe del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC, 2023) señala que la temperatura global ha aumentado 1.1 °C respecto a niveles preindustriales y podría superar los 1.5 °C entre 2030 y 2050. Este calentamiento incrementa la frecuencia e intensidad de fenómenos climáticos extremos, como sequías, incendios e inundaciones, afectando severamente a la Amazonía peruana.
En las últimas décadas, se han registrado pérdidas significativas en la región. La Cordillera Blanca perdió el 40.5 % de su cobertura glaciar en 30 años, mientras que el evento climático El Niño costero de 2017 generó pérdidas equivalentes al 1.5 % del PBI nacional. Estos impactos repercuten en la seguridad alimentaria, hídrica y en la biodiversidad.
Estrategias de adaptación en Madre de Dios y San Martín
Ante este escenario, WWF Perú promueve la adopción de soluciones basadas en la naturaleza y la adaptación comunitaria. En Madre de Dios, trabajan con 250 familias dedicadas a la ganadería para implementar prácticas de ganadería regenerativa. Estas técnicas buscan restaurar suelos degradados y fomentar la coexistencia con la fauna silvestre, particularmente en un contexto marcado por incendios recurrentes.
“Colaboramos con estas familias para fortalecer su actividad con prácticas más resilientes que restauren los suelos y que promuevan la coexistencia con la fauna silvestre, lo cual cobra especial relevancia en el contexto de los crecientes incendios en la región”, afirmó Aimée Leslie, directora de conservación de WWF Perú.

En San Martín, se implementan mecanismos de retribución por servicios ecosistémicos (MERESE) para la conservación del paisaje del lago Sauce y la protección de las cuencas Shilcayo y Cachiyacu en el Área de Conservación Regional Cordillera Escalera. Estas iniciativas involucran a propietarios de tierras en actividades como sistemas agroforestales, reforestación y limpieza de quebradas, con el objetivo de asegurar el abastecimiento de agua a cerca de 200 000 habitantes de Tarapoto.
Coordinación y compromiso para la resiliencia
WWF Perú destaca la importancia de integrar la adaptación climática en todas sus acciones, desde la gestión de financiamiento hasta la ejecución en territorio. “Estamos comprometidos con que las poblaciones indígenas y comunidades locales tengan cada vez más herramientas para hacer frente a los impactos del cambio climático, y de la misma manera trabajamos por que la biodiversidad pueda fortalecer y mejorar su resiliencia”, indicó Paula Quilcate, oficial de adaptación y proyectos de financiamiento sostenible de WWF Perú.
El Informe Planeta Vivo 2024 indica que el 2024 fue el año más caluroso registrado, lo que refuerza la necesidad de promover modelos de desarrollo sostenibles y disminuir la huella ecológica generada por actividades agrícolas e industriales basadas en combustibles fósiles.