Una delegación de productores de café del distrito de Mazamari, en Satipo (Junín), participó en una pasantía internacional en Colombia, como parte del proyecto “Mejoramiento Sostenible de Cultivo de Cafés Especiales mediante Sistemas Agroforestales de Mazamari”. La pasantía incluyó visitas a centros experimentales y de capacitación relacionados con la producción de cafés especiales.
Visitas a centros de investigación
Durante la pasantía, los beneficiarios visitaron el Centro Nacional de Investigaciones de Café (Cenicafé) en Chinchiná, Caldas, donde pudieron explorar las instalaciones y aprender sobre el manejo agronómico del café, el control de plagas como la roya amarilla, y las mejores prácticas en la poda, cosecha y secado del grano. Además, recibieron capacitación en la Escuela Nacional de Calidad de Café, especializada en la formación de catadores. En estas actividades, los participantes tuvieron la oportunidad de adquirir certificaciones emitidas por la Fundación Manuel Mejía.
Asistencia técnica y fortalecimiento de capacidades
El proyecto, que comenzó a gestionarse en 2018, ya está en su segunda etapa. Con el apoyo de 14 técnicos y tres especialistas, los caficultores de Mazamari han recibido asistencia técnica en áreas clave como la instalación de viveros y la rehabilitación de cafetales improductivos. Según Alex Alcalá, coordinador del proyecto , actualmente 720 productores participan activamente en el proyecto, y el objetivo es incrementar la producción de café entre 2 y 5 quintales por hectárea.
“Cada mes, realizamos 34 escuelas de campo para enseñar a los caficultores sobre los procesos más eficientes en la producción de café. También hemos instalado un laboratorio de análisis de suelos que permite a los productores ajustar la fertilización de sus tierras”, explicó Alcalá.
Café y sostenibilidad ambiental
El componente agroforestal del proyecto juega un papel clave en la sostenibilidad. Para acompañar los cultivos de café, se han plantado 60 000 árboles de diversas especies forestales, como pino y bolaina negra, que ayudan a proteger los cafetales y a mejorar el ecosistema. Estos esfuerzos, combinados con la capacitación en manejo agronómico, buscan no solo aumentar la productividad, sino también contribuir a la conservación ambiental en la región.
Con la llegada de la tercera etapa del proyecto en 2025, se prevé un enfoque adicional en el fortalecimiento organizacional y la comercialización del café producido en Mazamari, buscando abrir nuevos mercados tanto nacionales como internacionales.
“La meta es que no solo mejoremos la calidad del café, sino también que nuestros productores se conviertan en actores más competitivos en el mercado global, con productos certificados y diferenciados”, concluyó Alcalá.
La segunda etapa del proyecto está prevista para concluir el 28 de diciembre de 2024, y se prepara el terreno para la tercera fase, que incluye la promoción de la certificación orgánica del café y el fortalecimiento de la comercialización.