LIMA. El Estado peruano ha asumido, a lo largo de los años, numerosos compromisos ambientales y ha publicado diversas normas y planes sobre la materia. Sin embargo, un reciente informe ha expuesto deficiencias significativas en la implementación de esta normativa, a través de acciones reales, y en la presentación de información clave. Se trata del informe “La otra cara de los compromisos climáticos”, el cual fue realizado por el politólogo y especialista en cambio climático Antonio Zambrano, para el Movimiento Ciudadanos frente al Cambio Climático (Mocicc), y dado a conocer este lunes 27 de noviembre.
Este análisis —que examina las políticas ambientales de los últimos ocho años— cobra relevancia en el contexto de una nueva edición de la “Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático”, también conocida “Conferencia de las Partes» (COP). La 28ª edición de este foro o COP28 se celebrará desde este jueves 30 de noviembre hasta el 12 de diciembre, en la ciudad de Dubái, en Emiratos Árabes.
Entre las principales falencias señaladas, destaca la desactualización de los datos oficiales sobre la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), muchos de los cuales remontan al 2019. Asimismo, subraya que la meta de alcanzar cero emisiones nacionales de GEI para el 2050 no está detallada y no se conocen los mecanismos para lograr este ambicioso compromiso. Los GEI son los causantes del cambio climático.
Contradicciones en compromisos climáticos
El informe observa, además, que “las políticas públicas ambientales son contradictorias”. Según indica, “el Estado, por un lado, ha firmado acuerdos internacionales para reducir emisiones y hay una narrativa en torno al impulso de energías limpias, mientras que, en la práctica, apoya la promoción de los combustibles fósiles, mediante la apertura de lotes para extracción petrolera en zonas marino costeras y la Amazonía”.
En ese sentido, el documento alerta sobre la carencia de una estrategia nacional actualizada sobre el cambio climático. La última estrategia, elaborada al 2021, no puede evaluarse adecuadamente, debido a deficiencias en su diseño, reconocidas por el mismo Estado, que admitió no tener avances ni mediciones precisas, presentando indicadores sin metas cuantificables.
Informe muestra escenario poco alentador
El informe también ilustra, con información del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), que, en 2020, Perú emitió una cantidad de 220 toneladas métricas de dióxido de carbono (MtCO2eq) y se proyecta para el 2050 a una cantidad de 412 MtCO2eq, un escenario que es peligroso para la vida en la Tierra.
En cuanto al financiamiento, ese mismo año, el presupuesto nacional para adaptación y mitigación se redujo en S/ 1000 millones; pasó de S/ 1500 millones a S/ 500 millones. Este recorte de recursos anticipa una situación más crítica en la ejecución de los fondos de emergencia ante la llegada del Fenómeno del Niño. Octubre ya registró temperaturas que han alcanzando los 40°C en algunos distritos de regiones amazónicas.
Países emisores de GEI no rinden cuentas
Micaela Guillén, coordinadora general de Mocicc, cuestionó la falta de una postura clara del gobierno peruano que, pese a ser uno de los países más vulnerables al cambio climático, no ha logrado hacer valer sus demandas ni rendir cuentas internacionalmente sobre las emisiones y planes de mitigación.
A seis años del objetivo global de reducir emisiones en, al menos, un 45% para 2030, indicó que no hay avances a nivel mundial y que países como Estados Unidos, China, Rusia e India optan por revisar procesos en lugar de proporcionar cifras concretas sobre la reducción de GEI.
Por otro lado, advirtió que “la crisis climática afecta la seguridad alimentaria, los recursos marinos, la salud y la economía peruana”. “Hay impactos económicos que ya se están dando a raíz del cambio climático. Ya no es un tema que solo se refleja por la ausencia del invierno, sino que no tendremos qué comer en los próximos años. Estamos ante un escenario crítico que no se está poniendo sobre la mesa”, enfatizó.