En base al proyecto “Hacer al territorio hablar: mapeando las voces del cambio climático en nuestras comunidades”, ganador del fondo RSU (Responsabilidad Social Universitaria de la PUCP) 2023, en enero de este año se reunieron las lideresas y los líderes de las comunidades y federaciones kichwa que participaron en la elaboración de los mapas parlantes, en la región de San Martín.
El motivo fue la entrega de estos impresos a escala, a cargo de las investigadoras. También discutir de manera crítica cómo utilizarlos a modo de herramienta para la incidencia, el reconocimiento de sus territorios ancestrales y consolidar la gobernanza de sus territorios. Esta actividad se desarrolló en el marco del proyecto “Visiones Indígenas para la Justicia Climática”, coordinado por Maritza Paredes (PUCP).
El trabajo se realizó en cinco comunidades kichwa en el distrito de Chazuta, en la provincia y región San Martín. Entre las comunidades que participaron se encuentran: Canayo y Túpac Amaru que pertenecen a la Federación de Pueblos Indígenas Kichwa Chazuta Amazonas (FEPIKECHA).
Asimismo, también participaron las comunidades de Ricardo Palma, Mushuk Llakta y Shilcayo pertenecientes a la Federación de Pueblos Indígenas Kechwas del Bajo Huallaga San Martín (FEPIKBHSAM). El equipo que implementó el proyecto de los mapas parlantes fue coordinado por Anke Kaulard y participaron Maritza Paredes, Danitza Gil y Paula Tafur, así como los arquitectos Akemi Higa y Kevin Malca.
Pero, ¿qué es un mapa parlante y cómo fueron hechos?
Es una representación visual y dinámica de datos geográficos, que toman como data los recursos orales de las comunidades indígenas que habitan y conocen el territorio mejor que nadie.
En los mapas se muestran datos específicos, tales como las superposiciones con áreas naturales protegidas, reclamos de reconocimiento y ampliación de territorios ancestrales, conflictos sociales, peligros, deforestación, zonas de cultivo lícito e ilícito, lugares de memoria, recursos turísticos, entre otras.
En cada comunidad se realizó un taller de mapeo colectivo, en el cual se generó un espacio intergeneracional (abuela/os, autoridades comunales e infancias) para identificar y dibujar los mapas con aspectos históricos, culturales, políticos y de infraestructura. De esta manera, se crearon 5 mapas comunales utilizando símbolos y representaciones del entorno local.
Posteriormente, el equipo, apoyado por los arquitectos, desarrolló íconos gráficos basados en estos mapas, con el fin de hacerlos comparables digitalmente, a través de una leyenda compartida. Utilizando la información recopilada, se elaboraron un mapa digital general del Bajo Huallaga y mapas específicos de cada comunidad.
Estos mapas fueron impresos en tela, en formato de gigantografía, y acompañados de íconos móviles, lo cual permite su uso de manera dinámica. Finalmente, se entregaron a los líderes de las comunidades. La apropiación de los mapas por parte de las comunidades y federaciones guiará el modo en que estos serán utilizados y cómo los miembros de las comunidades nativas se involucren, según sus contextos y responsabilidades específicas.
Acuerdos y próximos pasos
Al terminar la reunión, Marisol García, presidenta de la federación, Carlos Deivis Lozano , secretario Juventud FEPIKECHA y Aquilino Chujandama, fundador de la organización indígena, sabio y curandero, aportaron sus conclusiones y trazaron líneas de acción.
Se enfocaron en las nuevas generaciones y propusieron que las y los jóvenes de las comunidades organicen una exposición fotográfica en la maloca de la federación. Esto con la finalidad de manifestar los problemas de sus territorios. Asimismo, sugieren que se puedan juntar los esfuerzos con los mapas parlantes y fotos para exponerlas conjuntamente.
Los representantes de FEPIKECHA resaltan que es importante que las y los jóvenes conozcan el bosque y la información que abarca, los límites con otras comunidades, las amenazas y potencialidades, así como los proyectos de titulación y ampliación de sus territorios:
“Hacen patrullaje, pero no conocen bien el territorio, por lo cual los mapas, con instrucción de un sabio, pueden servir para explicar los caminos y quebradas”, concluye García. A ello, Chujandama destacó que se debe enseñar a las niñas y niños sobre las problemáticas del territorio, sobre todo en el “contexto nacional adverso referido a la ley forestal”.
Por parte de FEPIKBHSAM, el presidente Samuel Pinedo argumentó que es necesario extender la convocatoria a más comunidades, llevando información a las comunidades de cómo usar los mapas como herramientas de gestión.
En segundo lugar, especificó que se debería contar con un expositor (local) quien explique la función de los mapas en términos amplios. Desde ambas federaciones, se resalta la necesidad de obtener los mapas en forma digital para intervenirlos. También se concluyó que, además de servir para la demarcación de los territorios, los mapas tienen potencial de uso turístico y educativo.
Con estas acciones se plantea comprender los retos ambientales, sociales y políticos del cambio climático. Para ello, es clave promover la participación de los pueblos originarios en la toma de decisiones de políticas públicas ambientales, plasmadas en acciones concretas. Asimismo, se busca concienciar al Estado y la academia sobre la importancia de implementar, visibilizar y reconocer el conocimiento indígena en búsqueda de la justicia climática.
Fuente: Luciana Zunino / Justicia Clima PUCP