SAN MARTÍN. Unos 10 kilos de semillas de Leucaena y 20 kilos de semilla Kudzu, plantas que se utilizan para la reforestación, fueron sembrados en una extensión de, aproximadamente, 1000 metros a lo largo de la zona afectada por el incendio forestal que se registró, el pasado 14 de octubre, el Área de Conservación Regional Cordillera Escalera (ACR-CE), a la altura del kilómetro 18 de la carretera Tarapoto-Yurimaguas. Así lo informó el jefe de esta área natural protegida, Queny Pinedo Pezo, quien recordó que el fuego perjudicó varias hectáreas de bosque virgen y colchones de agua.
Trabajos de reforestación
El funcionario indicó que las labores de reforestación se desarrollaron en coordinación con la Dirección del Medio Ambiente del Proyecto Especial Huallaga Central y Bajo Mayo (Pehcbm) y la Autoridad Regional Ambiental (ARA-San Martín). Además, contó con la participación de asociaciones ecológicas, población, guardaparques de esta importante área de conservación y parte del equipo técnico del Proyecto 24 Concesiones-Pehcbm.
Según señaló, la reforestación de la Cordillera Escalera se llevó a cabo en el marco de la Semana Forestal 2023, que se conmemora la primera semana del mes de noviembre. El objetivo de la restauración es mejorar el buen vivir en cada uno de los territorios así como aumentar la seguridad hídrica.
«Tras el incendio, el suelo denudado [que quedó despojado de áreas verdes] se hace más estéril, con pobres estructuras y bajas relaciones de almacenamiento de agua. El medio es más hostil para las plantas y la vegetación, y produce menos biomasa. La destrucción de la vegetación provocada por el fuego, unido a las elevadas pendientes del cerro, aumentan los procesos de erosión del suelo, haciéndolo cada vez menos productivo, a la vez que provoca la posibilidad de inundaciones, colmatación de embalses y desertificación», explicó.
Vegetación para la reforestación de la Cordillera Escalera
En ese sentido, se sembraron especies de vegetación de rápida generación, como la Leucaena, que es una excelente productora de biomasa y sirve para el control de la erosión, así como para el mejoramiento de suelos. Esto debido a su alta capacidad de fijación de nitrógeno. También se plantó semillas de Kudzu como material para cobertura o abono verde para el suelo.
Por otro lado, un grupo de guardaparques se encargará del seguimiento y monitoreo del trabajo de reforestación en el sector. “Agradecemos de sobremanera el trabajo voluntario de las familias de las localidades cercanas al lugar del siniestro, como San José, Valle del Progreso y Santa Rosa”, añadió Pinedo Pezo.
Cabe destacar que el suelo es un bien difícilmente recuperable, la degradación de sus propiedades iniciales (físicas, químicas y biológicas), y la pérdida de nutrientes y de sus partículas más finas, hacen que el proceso de regeneración sea muy lento.