Desde los rincones de la Amazonía peruana hasta las calles de Benín en África Occidental, Diego Capuena ha trascendido fronteras geográficas y culturales con su arte. Nacido en Yurimaguas (Loreto), es hijo del reconocido artista Manuel Capuena, de quien heredó una pasión inquebrantable por la pintura.
Esta fusión, junto con su identidad y visión del mundo, dio vida a un artista que no solo plasma en sus obras la esencia amazónica, sino que también impulsa proyectos culturales, creando espacios de expresión para quienes buscan conectarse con el arte y honrar sus raíces.
Desde sus primeros años, Diego estuvo inmerso en un ambiente artístico, observando fascinado el proceso creativo de su padre. «Me prestaba sus pinturas, empecé a jugar con ellas y pronto supe que esto también era lo mío», rememora en una entrevista con Inforegión. Este vínculo temprano con el arte despertó su imaginación y lo impulsó a crear sus primeras obras.
La conexión con nuestras raíces y entorno
El viaje artístico de Diego comenzó con retratos familiares plasmados en murales al aire libre. «Le sacaba fotos a mi mamá, mi papá, mis primos y los pintaba», comenta. A través de ellos descubrió que las personas podían sentirse identificadas con rostros desconocidos, revelando así el poder de la identidad cultural. Este vínculo lo inspiró a integrar elementos de la cotidianeidad amazónica, tales como animales, plantas y objetos autóctonos, otorgando a su obra una mayor profundidad y riqueza.
Asimismo, Capuena encontró su voz al resistirse a seguir ciertas tendencias. “Hubo un tiempo en que el arte amazónico mostraba mujeres blancas y caucásicas, y sentí que conmigo no conectaban», comparte. En lugar de seguir esta corriente encontró y optó por honrar la belleza de su entorno y sus raíces. En un gesto de resistencia y reivindicación cultural, siguió pintando a las mujeres que lo rodeaban, aquellas que siempre había visto.
Un día tomó la decisión de dejar su carrera en ingeniería para dedicarse por completo al arte, una elección que él describe con «un deporte extremo» debido a los desafíos y riesgos que implica.Tras asumir este compromiso, inició un viaje que también lo llevó a cosechar reconocimientos. Ha expuesto su trabajo en ciudades como Lima, Cusco, Chachapoyas, Moyobamba, Rioja, Tarapoto, Lamas y Pucallpa.
Asimismo, participó en reconocidos festivales y muestras como Wayki Shungo, Terras de los Tayta Sumis, Percepciones Amazónicas y Latitudes Convergentes. Además de ser parte de proyectos de arte urbano como Barrio de Colores, Muralización Nacional, Amazonarte, Meeting of Styles, Murales del Bicentenario y Pacto por la Cultura 2030.
Diego Capuena en África
Este año, el trabajo del artista loretano trascendió fronteras con el proyecto Marina Boulev’art Gallery en Cotonou, (Benín). En abril fue seleccionado para contribuir con el pintado de un mural monumental de 20 metros de longitud, convirtiéndose en el primer peruano y artista amazónico en participar en esta iniciativa.
Para este proyecto, encontró inspiración en el tradicional ‘Festival Gaani’, que conmemora la alegría y el triunfo en esta parte del mundo. Así, trasladó los colores y el espíritu festivo de la Amazonía hasta África. «Pintar junto a artistas a quienes he seguido y admirado ha sido un sueño hecho realidad», comparte Diego.
Proyectos y legado
Capuena también impulsa proyectos para compartir el arte y fomentar el desarrollo cultural en la Amazonía. Como coordinador del proyecto ‘Tierra q’ Pinta: Amazonía Unida’, ganador de los Estímulos Económicos para la Cultura en 2021 y 2023, promueve el arte urbano como herramienta de transformación social y desarrollo local en la selva amazónica. Actualmente, este proyecto forma a nuevos artistas de comunidades indígenas de la región.
Para este año tiene dos proyectos en marcha. El primero es la coorganización del I Festival Intercultural ‘Murales Ancestrales’, que ofrecerá talleres de arte urbano para jóvenes artistas de San Martín y Loreto, brindándoles la oportunidad de expresar su creatividad y preservar su herencia cultural. El segundo es la creación de una galería de arte que llevará el apellido y legado Capuena, exhibiendo tanto su obra como la de su padre.
Actualmente, Diego está trabajando en un proyecto de casa mural en San Roque de Cumbaza (San Martín), donde está pintando tanto el interior como el exterior de una vivienda. Pronto volverá a alistar sus maletas para viajar al extranjero, esta vez a Polonia en julio, donde participará en una intervención artística como parte del Sun Festival.
Diego Capuena, el artista amazónico cuya obra trasciende fronteras, sigue llevando consigo el espíritu vibrante de la selva a cada lienzo, muro y rincón del mundo donde su arte encuentra un espacio.