Dos nuevas Áreas de Conservación Privada (ACP) han sido reconocidas oficialmente por el Ministerio del Ambiente (Minam) en las regiones de Pasco y Loreto, sumándose a los esfuerzos ciudadanos por proteger los ecosistemas más vulnerables del país. Estas iniciativas conservan territorios clave de la selva alta y la Amazonía baja, albergan especies en peligro como el jaguar y el mono choro, y refuerzan corredores ecológicos esenciales para enfrentar la deforestación y el cambio climático.
ACP Lluvias Eternas en la selva alta de Pasco
En el distrito de Pozuzo, provincia de Oxapampa, la creación del ACP “Lluvias Eternas” abarca una extensión de 13.80 hectáreas y representa un avance en la conservación de la selva alta peruana. Este nuevo espacio protege una rica biodiversidad, incluyendo especies como el mono choro, el tigrillo, y el gallito de las rocas, todas ellas en riesgo de extinción.
Según el Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (Sernanp), el área también conserva especies vegetales de alto valor ecológico como el cedro, el nogal y diversas plantas medicinales, entre ellas el chuchuhuasi y la sangre de grado. Además, el ACP forma parte de un corredor ecológico que conecta con el Parque Nacional Yanachaga-Chemillén, lo cual es fundamental para la continuidad de los procesos ecológicos en la región.

La iniciativa fue liderada por David Elmer Orizano y Bigta Betsabe Egoavil, quienes explicaron que su motivación para establecer esta área de conservación provino de la necesidad de proteger los recursos naturales locales frente a la tala ilegal y la deforestación. Orizano destacó la presencia de especies maderables y medicinales que son objeto de explotación ilegal, como el cedro y el chuchuhuasi, y subrayó la importancia de mantener la integridad del bosque.
ACP Comunidad Nativa Nueva York en Loreto
En la región amazónica, el pueblo kukama-kukamiria ha logrado el reconocimiento de la ACP «Comunidad Nativa Nueva York», que protege 3.421 hectáreas de bosques inundables y pantanos de palmeras en los distritos de Nauta y Tigre, Loreto. Este área tiene un valor ecológico crítico, ya que alberga especies emblemáticas como el jaguar, el manatí amazónico y el águila harpía, y se encuentra en un punto estratégico que conecta varias áreas protegidas clave de la región.
La nueva ACP no solo contribuye a la conservación de la biodiversidad local, sino que también actúa como un corredor biológico que refuerza la resiliencia de la Amazonía baja ante el cambio climático. Nicolás Rojas, representante de la comunidad, expresó que la creación de este espacio busca proteger su territorio de la deforestación ilegal y la caza furtiva, al tiempo que promueve la conservación de los recursos naturales para las futuras generaciones.

Además de su valor ecológico, el área ofrece oportunidades para el ecoturismo y la investigación científica, al ser un lugar idóneo para el avistamiento de aves y el estudio de la biodiversidad amazónica.
La conservación privada se ha consolidado como una estrategia efectiva y complementaria a la gestión de las áreas naturales protegidas de administración estatal. Gracias a estas iniciativas, el Perú cuenta hoy con más de 140 Áreas de Conservación Privada, en las que ciudadanos, familias y comunidades asumen el compromiso de proteger territorios valiosos que forman parte del patrimonio natural de todos los peruanos.


