Pequeñas y medianas empresas peruanas vienen impulsando la innovación y el desarrollo sostenible en sectores clave de la economía, a través de proyectos que les han permitido superar barreras tecnológicas, desarrollar nuevos productos y mejorar su competitividad en el mercado nacional e internacional.
Diez de estas iniciativas han sido reconocidas en el marco del 204° aniversario de la independencia del Perú por el impacto positivo que ya generan en la calidad de vida de miles de personas, al introducir mejoras concretas en áreas como la agricultura, la pesca, la manufactura, la construcción y los servicios.
Estos avances han sido posibles con el respaldo de fondos no reembolsables gestionados por el programa ProInnóvate, que ha canalizado recursos hacia regiones como Lima y el sur del país, donde se concentra gran parte de la inversión en innovación empresarial.

Proyectos innovadores en Piura y Arequipa
En Piura, la Cooperativa Agraria de Mango Orgánico Agro Vida ha logrado obtener la certificación Global GAP, una acreditación internacional que avala las buenas prácticas agrícolas y asegura la calidad e inocuidad del mango orgánico. Este logro permite a la cooperativa posicionarse en mercados internacionales con un producto más sostenible.
Por su parte, Plastic Corporation, una microempresa piurana, ha desarrollado un proceso de reciclaje que transforma residuos plásticos de la industria bananera en madera plástica, utilizada para la fabricación de postes y otros productos. Esta iniciativa contribuye a la reducción del impacto ambiental de los residuos plásticos.
En Arequipa, la startup Nereuz ha creado una solución basada en robótica, inteligencia artificial e Internet de las Cosas (IoT) para optimizar el monitoreo de recursos hidrobiológicos en la pesca y la acuicultura. Este sistema no solo mejora la eficiencia en la medición de biomasa, sino que también ayuda a proteger especies marinas en peligro de extinción.

Innovación en Junín, Cusco y Madre de Dios
En Junín, la empresa Bio Energy Ingenieros ha desarrollado hornos ecológicos que permiten reducir más del 95% de las emisiones contaminantes generadas en la producción de carbón vegetal. Este tipo de hornos es una opción más limpia y eficiente para la producción de carbón tanto a nivel doméstico como comercial.
En Cusco, Kallampassac ha impulsado el cultivo de hongos comestibles andinos, con un alto valor nutricional. Además de sus beneficios alimenticios, este emprendimiento aprovecha residuos agroindustriales como fertilizantes, contribuyendo así a la sostenibilidad ambiental.
Cusco Mara, otra empresa de la región, produce aceite prensado en frío de kiwicha, un grano andino reconocido por sus propiedades funcionales. Con el respaldo de ProInnóvate, la empresa ha logrado expandir su presencia en mercados internacionales, promoviendo los beneficios nutricionales de este producto.

En Madre de Dios, la Asociación de Castañeros de la Reserva Tambopata (ASCART), en colaboración con la Universidad Nacional Amazónica de Madre de Dios, ha creado una solución para generar biogás a partir de cáscaras de castaña. Este biogás se utiliza en motores y equipos de postcosecha, contribuyendo a la generación de energía sostenible.
Por su parte, la organización ARBIO ha desarrollado una plataforma digital para la adopción simbólica de árboles en la Amazonía. La iniciativa busca involucrar a la ciudadanía en la conservación del bosque, un ecosistema vital para el equilibrio climático global.
Impacto y perspectivas futuras
Los proyectos financiados por ProInnóvate no solo están generando resultados inmediatos en términos de innovación y desarrollo económico, sino que también están alineados con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Estos emprendimientos contribuyen al fortalecimiento de la economía circular, la reducción de emisiones contaminantes, y la promoción de prácticas agrícolas y productivas más sostenibles.


