Alrededor de 100 lideresas campesinas e indígenas de Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador y Perú emitieron un pronunciamiento público alertando sobre el retroceso en la protección y garantía de sus derechos. Las mujeres rurales señalan que estos derechos, conquistados tras años de lucha democrática desde organizaciones y movimientos de mujeres, están siendo amenazados en el actual contexto latinoamericano.
El documento será presentado a la Relatora Especial de la ONU sobre la violencia contra las mujeres y las niñas, así como ante el Foro Permanente sobre Pueblos Indígenas. En él, las lideresas denuncian el avance del conservadurismo en alianza con élites políticas fundamentalistas y extractivistas, factores que han incrementado la discriminación, criminalización y desigualdad en la región.
A pesar del adverso escenario político, las lideresas destacaron la resiliencia de sus comunidades y los avances en la articulación de sus organizaciones. Su resistencia se manifiesta en la defensa de territorios, agua y soberanía alimentaria, así como en la participación activa en espacios comunales y políticos.
Este pronunciamiento fue elaborado durante el Encuentro Internacional «Redes de lucha: lideresas campesinas e indígenas de Latinoamérica contra la violencia de género», realizado en Huancayo, Junín, los días 28 de febrero y 1 de marzo, en el marco del Día Internacional de la Mujer.
Alarmantes cifras de violencia de género
Según datos del UNFPA, la región latinoamericana alberga 14 de los 25 países con mayores índices de feminicidio en el mundo. Un informe de MundoSur reveló que entre 2023 y 2024 se registraron 7893 feminicidios, de los cuales el 42% (3361) fueron perpetrados por parejas o exparejas de las víctimas.

En Perú, la Defensoría del Pueblo reportó un incremento de casos de feminicidios en los últimos tres años. En 2024 se reportaron 170 casos, 10 correspondientes a niñas y adolescentes, mientras que en 2023 se registraron 150 casos, lo que representa un aumento superior al 13%. Entre 2022 y 2024 se han registrado más de 450 feminicidios.
Las mujeres campesinas e indígenas que viven en zonas rurales enfrentan esta violencia en condiciones más difíciles debido a barreras geográficas, económicas, discriminación estructural, extractivismo y cambio climático que afectan sus territorios, entre otros factores.
El evento internacional fue organizado por la ONG Fomento de la Vida (Fovida), con el apoyo de Adsis, la Agencia Vasca de Cooperación para el Desarrollo, el Gobierno Vasco y el Comité Católico contra el Hambre y para el Desarrollo (CCFD).
Articulación y resistencia de organizaciones
El Encuentro Internacional permitió fortalecer la articulación de estrategias para incidir en la agenda política y defender los derechos de las mujeres en un contexto de creciente regresión ante el avance del conservadurismo.
En el evento participaron representantes de 23 organizaciones, movimientos y federaciones de mujeres de Perú y Latinoamérica, incluyendo el Movimiento Sin Tierra de Brasil, el Movimiento Indígena y Campesino de Cotopaxi de Ecuador, Feminismo Comunitario Antipatriarcal de Bolivia, y diversas organizaciones peruanas como FENMUCARINAP, ONAMIAP y la Confederación Campesina del Perú.
Con este pronunciamiento, las lideresas campesinas e indígenas reafirmaron su compromiso con la resistencia y la lucha por un futuro donde sus derechos sean plenamente respetados, instando a la comunidad internacional a no ignorar las injusticias que enfrentan diariamente.