El Gobierno emitió el Decreto Supremo N.º 134-2024-PCM, declarando el Estado de Emergencia en 32 distritos del departamento de Lambayeque. Esta decisión responde a la amenaza de un peligro inminente ante el déficit hídrico que afecta a la región, una situación que pone en riesgo a comunidades, ecosistemas y actividades económicas clave.
Los distritos afectados incluyen localidades urbanas y rurales de las provincias de Chiclayo, Lambayeque y Ferreñafe, como Cayaltí, Chongoyape, Ferreñafe, Incahuasi, Motupe, Olmos, Picsi y Túcume, entre otros. La medida tendrá una duración de 60 días calendario, durante los cuales se implementarán acciones inmediatas para mitigar el impacto de la emergencia y rehabilitar las zonas afectadas.
Acciones conjuntas para enfrentar la crisis
El decreto establece que las intervenciones serán lideradas por el Gobierno Regional de Lambayeque, en coordinación con los gobiernos locales, el Instituto Nacional de Defensa Civil (Indeci) y otros ministerios clave. Entre las entidades involucradas se incluyen los ministerios de Salud, Educación, Desarrollo Agrario y Riego, Vivienda, Producción, Interior y Defensa, junto con otras instituciones públicas y privadas.
Estas acciones buscarán reducir los riesgos existentes, responder a las necesidades más urgentes y garantizar la rehabilitación de las áreas afectadas. Además, las medidas serán adaptadas según las necesidades específicas que surjan durante la implementación, basándose en estudios técnicos realizados por las entidades competentes. Las medidas serán financiadas con los presupuestos ya asignados a las instituciones involucradas, sin generar una demanda adicional al Tesoro Público.
Un problema estructural
El déficit hídrico en Lambayeque no es un fenómeno nuevo. Esta región, clave para la agricultura y la ganadería, enfrenta desafíos recurrentes relacionados con la escasez de agua, exacerbados por factores climáticos y la falta de infraestructura adecuada para la gestión hídrica. La actual emergencia eveidencia la necesidad de soluciones sostenibles a largo plazo que permitan a la región enfrentar futuras crisis de manera más eficaz.