La seguridad hídrica del Perú depende tanto de sus ríos y lagunas como de sus bosques. Así lo recordó Williams Arellano, jefe del Organismo de Supervisión de los Recursos Forestales y de Fauna Silvestre (Osinfor), quien resaltó que la fiscalización forestal es clave para conservar los ecosistemas que regulan el ciclo del agua.
“La seguridad hídrica no solo depende de nuestras fuentes de agua visibles, como los ríos, los lagos, las lagunas, sino también de nuestros bosques, que son verdaderas fábricas naturales de agua”, señaló durante la Expo Agua & Sostenibilidad 2025, realizada en el Centro de Exposiciones del Jockey. Explicó que una sola hectárea de bosque tropical puede liberar hasta 14 millones de litros de agua al año, un proceso que sostiene la vida de comunidades, ecosistemas y actividades productivas.
En el evento, el Osinfor organizó el panel “Gobernanza y sostenibilidad: conectando agua y bosques para el futuro”, donde especialistas analizaron cómo la fiscalización forestal contribuye al cumplimiento de las metas globales y a la protección de los servicios ecosistémicos.
Fiscalización y compromisos ambientales
Marco Arenas, director de Cambio Climático y Desertificación del Ministerio del Ambiente (Minam), destacó que las acciones del Osinfor aportan al cumplimiento de los compromisos internacionales asumidos por el Perú.

Respecto a la meta 3 del Marco Mundial de Biodiversidad, que busca conservar al menos el 30 % del territorio mundial al 2030, Arenas explicó que el país avanza gracias a las concesiones para conservación y ecoturismo bajo supervisión del Osinfor. “Cuando se requiere validar si estos sitios gestionan de manera efectiva sus áreas para ser reconocidos como otras medidas efectivas de conservación basadas en áreas (OMEC), la información técnica es solicitada al Osinfor”, indicó.
Actualmente, el Perú cuenta con 136 concesiones para conservación y 38 para ecoturismo, que abarcan más de 1.8 millones de hectáreas de bosque. En los últimos cinco años, el Osinfor ha supervisado más de 984 000 hectáreas, asegurando la sostenibilidad de estos espacios y su rol en la regulación hídrica.
En cuanto a la meta 2, que busca recuperar el 30 % de las áreas degradadas, Arenas destacó el potencial del mecanismo de compensación que impulsa el Osinfor. “En el Perú hay 19 millones de hectáreas degradadas, tenemos que restaurar 3.2 millones de hectáreas y esto lo podemos lograr a través de los mecanismos de compensación del Osinfor”, precisó.
Bosques manejados con buenas prácticas
Desde la academia, Rosa María Hermoza, investigadora de la Universidad Nacional Agraria La Molina, subrayó la importancia de las áreas bajo manejo sostenible como infraestructura natural para la gestión del agua. “Estas áreas que son manejadas con buenas prácticas garantizan la conectividad hidrológica de las cuencas”, explicó. Añadió que incluso las concesiones madereras sostenibles contribuyen a mejorar los servicios ecosistémicos hídricos.

Herramientas para el manejo sostenible
Por su parte, Fabiola Carreño Villar, directora de Estudios e Investigación del Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (Serfor), destacó las herramientas que su institución ha desarrollado para promover el aprovechamiento responsable de los recursos forestales.
Como autoridad nacional del sector, el Serfor impulsa los títulos habilitantes como mecanismos para fomentar el manejo sostenible de los bosques. “Corresponde a los usuarios aplicar buenas prácticas y criterios de sostenibilidad para aprovechar los recursos sin agotarlos y reducir su impacto”, señaló Carreño.


