jueves 21, noviembre 2024

Enrique Atoche, guardaparque del Parque Nacional Cerros de Amotape y un soldado de la conservación

Ha dedicado casi toda su vida a proteger los bosques de una región rica en vida natural y paisajes espléndidos. A su edad, mientras otros piensan en el retiro, él asegura tener energía para rato.

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“A mí lo que más me gusta de mi trabajo es la acción, no por las puras he servido a mi país en sus fuerzas armadas, estoy muy bien preparado para defenderlo”. Enrique Waterman Atoche Sánchez, 56 años, natural del distrito de Casitas, en Tumbes, y guardaparque del sistema nacional desde hace 33 habla claro, sin medias tintas.

Casi toda su vida la dedicó a cuidar los bosques de una región extrema en vida natural y paisajes espléndidos …  y  a su edad, cuando otros servidores públicos piensan en el retiro, en los nietos que aguardan en casa o en el merecido descanso, dice tener cuerda para rato.

Y que nada lo va a alejar por ahora, insiste, del Puesto de Vigilancia y Control Angostura del Parque Nacional Cerros de Amotape, su casa, la trinchera desde donde todos los días defiende las más de 150  mil hectáreas de un área natural establecida por el Estado peruano en 1975 para proteger la flora y fauna del Bosque Tropical del Pacífico y el Bosque Seco Ecuatorial de la llamada Región de Endemismo Tumbesina.

Enrique Atoche, guardaparque del Parque Nacional Cerros de Amotape y un soldado de la conservación
En el interior del Parque Nacional Cerros de Amotape se han registrado 320 especies de aves, 85 de mamíferos, 28 de anfibios, 44 de reptiles y 404 especies de flora. (Foto Gabriel Herrera / Grupo Viajeros)

Región de Endemismo Tumbesina

La Región de Endemismo Tumbesina, que compartimos con el sur-occidental de Ecuador, es una de las cuatro zonas de endemismo de aves más importantes del planeta. En el Perú se extiende desde Tumbes hasta La Libertad y se estima que la habitan 800 especies de aves, lo que representa el 8 % de especies de aves del planeta, de las cuales 59 son endémicas; es decir, solo habitan en esta región. El Parque Nacional Cerros de Amotape alberga la muestra mejor conservada de la Región de Endemismo Tumbesina.

33 años de guardaparque

Don Enrique, padre de cinco hijos, uno de ellos también guardaparque en el parque nacional que recorremos, en sus largos años como guardián voluntario y oficial de estos bosques, cumplió funciones en el Santuario Nacional Los Manglares de Tumbes, el Coto de Caza El Angolo y la Reserva Nacional Tumbes. Estas tres áreas protegidas de carácter nacional que junto a Cerros de Amotape, conforman el núcleo del mosaico de protección de la región Tumbes.

Una porción de nuestro territorio cuyos cauces fluviales, nacidos al otro lado de los Andes, fracturaron la cordillera hace miles de años para entregar sus aguas al océano Pacífico formando a su paso  ecosistemas ricos en endemismos de aves y otros seres vivos.

Enrique Atoche, guardaparque del Parque Nacional Cerros de Amotape y un soldado de la conservación
Don Enrique, padre de cinco hijos, uno de ellos también guardaparque, sirvió en Los Manglares de Tumbes, El Angolo y la Reserva Nacional Tumbes. (Foto Gabriel Herrera / Grupo Viajeros)

“Si es que no estuviéramos aquí, protegiéndolo, este bosque ya hubiera sido destruido”, alarga su relato  el guardaparque Atoche. Tiene razón: la creación del parque pudo detener la invasión del bosque seco y tropical que empezó a generarse  con el incesante ingreso a mediados de la década del setenta de agricultores decididos a talar sus árboles con el propósito de ampliar sus cultivos.

De allí que al igual que  en otras áreas naturales protegidas de nuestro país existan dentro del perímetro bajo protección estatal asentamientos humanos con cuyos pobladores se tiene que dialogar constantemente para que se cumplan los objetivos de conservación previstos por la ley.

Un área intacta, llena de vida

“No es fácil, tanto ellos como nosotros hemos tenido que ceder en nuestras posiciones iniciales y hacernos entender, hoy, lo puedo asegurar, prosigue, después de los patrullajes conjuntos que hacemos con la población, la fiscalía y la policía nacional, los traficantes de tierras y los taladores ilegales se han tenido que retirar para que el bosque se mantenga, así como lo ven: intacto, lleno de vida”.

Enrique Atoche, guardaparque del Parque Nacional Cerros de Amotape y un soldado de la conservación
El guardaparque afirma que sin protección, el bosque habría sido destruido. La creación del parque detuvo la invasión agrícola de los 70. (Foto Gabriel Herrera / Grupo Viajeros)

En nuestro largo recorrido por la quebrada Angostura hacia el circuito ecoturístico de la catarata El Huarapal, primero, y luego por la quebrada Cabuyal hacia el Área de Conservación Regional Angostura Faical, otro milagro de los bosques de Tumbes bajo protección, pudimos apreciar el buen estado de los manchales de algarrobos, faiques, ceibos, hualtacos que  los guardaparques del Sernanp protegen.

Esto se realiza en coordinación con los técnicos de AIDER, la organización privada encargada de  ejecutar el contrato de administración que el Estado firmó para gestionar de manera conjunta y participativa el Parque Nacional Cerros de Amotape.

Juntos por la salud de nuestros bosques

Como nos lo hizo saber un muy bien informado Enrique Atoche, la legislación ambiental peruana permite la tercerización del manejo y administración de un área natural protegida  por parte de una entidad particular que se compromete, por contrato, a ejecutar actividades que benefician la gestión pública de las áreas bajo su control.

Enrique Atoche, guardaparque del Parque Nacional Cerros de Amotape y un soldado de la conservación
Durante el recorrido, se aprecia el buen mantenimiento de los bosques del parque nacional. Un trabajo que se realiza en colaboración con la organización Aider. (Foto Gabriel Herrera / Grupo Viajeros)

La Asociación para la Investigación y el Desarrollo Integral, AIDER, una organización líder en conservación ambiental fundada en 1986, es el ente ejecutor de tres  contratos de administración que le permite co-gestionar con el Estado peruano el Coto de Caza  El Angolo, la Reserva Nacional Tumbes y el Parque Nacional Amotape.

“Nuestras condiciones de trabajo han mejorado notablemente desde que Aider asumió sus compromisos en la co-gestión del área, continúa Atoche, recibimos su apoyo técnico y también el logístico”. Ya pasó el tiempo, lo comentamos con un funcionario de la ONG mencionada, en que los guardarques tenían que salir a patrullar con uniformes raídos, calzado inadecuado y sin las herramientas de trabajo que su labor requería.

Enrique Atoche, guardaparque del Parque Nacional Cerros de Amotape y un soldado de la conservación
Las instalaciones del puesto de control fueron mejoradas y el personal recibe capacitación continua en temas turísticos, que son de alta demanda en la zona. (Foto Gabriel Herrera / Grupo Viajeros)

Don Enrique conduce una moto lineal en buen estado para llegar a tiempo a los distintos puestos de vigilancia. Las instalaciones del puesto de control donde labora fueron mejoradas y el personal con el que trabaja diariamente recibe capacitaciones permanentes  en temas referidos al turismo, una de las actividades que más demanda tiene en este sector del área protegida.

Turismo en el parque nacional

“Usted verá, comenta Atoche, el turismo ha crecido mucho por aquí, todos los fines de semana nos visitan familias enteras y lógicamente a todas tenemos que brindarles un buen servicio, no es fácil, tenemos que duplicar nuestras energías”. Esa es otra de las novedades que pudimos observar durante nuestra estancia en Tumbes: sus quebraditas, sus cuerpos de agua, los bosques cercanos a las vías de acceso a sus áreas naturales estaban llenos de peruanos y peruanas deseosos de vivir experiencias inolvidables en la naturaleza que les ha tocado cuidar.

Enrique Atoche, guardaparque del Parque Nacional Cerros de Amotape y un soldado de la conservación
Atoche comenta que el turismo ha crecido mucho y que cada fin de semana reciben familias, lo que requiere redoblar esfuerzos para brindar un buen servicio. (Foto Gabriel Herrera / Grupo Viajeros)

Y allí hay un reto más para Atoche y sus compañeros de trabajo, se trata de garantizar que esta visitación sea la adecuada, la propicia en espacios tan frágiles como la de los bosques secos y tropicales de Tumbes. Menuda tarea la que le toca cumplir a este esforzado soldado de la conservación, a este joven que pronto habrá de cumplir los sesenta abriles cuidando el territorio donde nació y  donde espera ver crecer a sus suyos.

“Me siento orgulloso de mi hijo Cristian, que sea guardaparques como yo y como de alguna manera los fueron mis padres, que trabaje a mi lado cuidando este patrimonio, me da mucha satisfacción”. Claro que sí, don Enrique, ya van tres generaciones de Atoches protegiendo el futuro que le pertenece a sus nietos y a los hijos de ellos…

 

El proyecto “Guardianes, crónica de guardaparques en el Perú” es una iniciativa del Grupo Viajeros impulsada por el Sernanp y diversas organizaciones de la sociedad civil y el Estado que tiene como objetivo poner en valor el aporte y el legado de los guardaparques del sistema nacional de Áreas Naturales Protegidas. Toda la información que se produce en el marco del proyecto puede ser utilizada libremente incluyendo, en la medida de lo posible, los hashtags que incluimos en cada uno de los copy elaborados.

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