Cada año, el mundo genera más de 400 millones de toneladas de plástico, y se estima que casi la mitad de este material se produce para ser utilizado una sola vez. A pesar de los esfuerzos para reducir su impacto, menos del 10 % de este plástico es reciclado. La mayor parte termina en vertederos, incineradoras o en los ecosistemas, contaminando ríos, lagos y océanos. Según la ONU, se calcula que cada año 11 millones de toneladas de plástico terminan en nuestros mares, una cifra que equivale al peso de más de mil Torre Eiffel.
Hoy 5 de junio, el Día Mundial del Ambiente 2025 se centra en la lucha contra la contaminación por plásticos, un problema que afecta no solo a los ecosistemas marinos, sino también a la salud humana. Los microplásticos, partículas menores a 5 milímetros, han invadido el aire, el agua y los alimentos. Las estimaciones sugieren que una persona puede ingerir más de 50 000 partículas de plástico al año.
Perú: avances legislativos y retos persistentes
En el caso de Perú, uno de los países latinoamericanos más activos en la lucha contra el plástico, se han logrado avances significativos en el marco normativo. Desde 2018, el país cuenta con la Ley 30884, que regula el uso de plásticos de un solo uso, imponiendo un impuesto progresivo sobre las bolsas plásticas. Esta medida ha logrado reducir su consumo, pero la generación de residuos plásticos sigue siendo alarmante.
En 2023, el país produjo más de 1.5 millones de toneladas de residuos plásticos, representando el 11,5 % de los residuos municipales. Sin embargo, las cifras de reciclaje siguen siendo bajas, con solo un 0,30 % de recuperación de plásticos PET.

Albina Ruiz, exministra del Ambiente y actual líder de Ciudad Saludable, resaltó en entrevista con este medio que la normativa es solo un paso. “A pesar de los avances, necesitamos una mayor fiscalización y una mayor inversión en la educación ambiental”. Para Ruiz, el éxito de las políticas depende de la implementación efectiva y la conciencia ciudadana, así como de la colaboración entre los sectores público y privado.
Los recicladores y la economía circular: una pieza clave en la solución
Ruiz también destacó la importancia de los recicladores en la gestión de residuos. “No puede haber economía circular sin recicladores”, subrayó.
En Perú, la formalización del sector reciclador sigue siendo un desafío. Aunque existen leyes como la Ley 29419, que regula su actividad, solo un 12 % de los recicladores está formalizado. Además, las municipalidades deben mejorar la infraestructura y los servicios para apoyar a este sector clave.
La creación de centros de acopio adecuados y la implementación de rutas de recolección especializadas son medidas necesarias para mejorar la eficiencia del reciclaje. Para Ruiz, los recicladores además de desempeñar un rol fundamental en la reducción de residuos, también deben ser reconocidos como aliados en la transición hacia una economía circular más inclusiva y sostenible.

Una propuesta global para combatir la contaminación plástica
La contaminación por plásticos sigue siendo un desafío ambiental global. En septiembre de 2021, Perú y Ruanda presentaron una propuesta en la Conferencia Ministerial sobre Basura Marina y Contaminación Plástica en Ginebra, Suiza, con el objetivo de iniciar las negociaciones hacia un Acuerdo Global Legalmente Vinculante contra la Contaminación por Plásticos. La iniciativa busca regular la producción y el consumo de plásticos a nivel mundial, con el fin de frenar la creciente amenaza que representa para los ecosistemas acuáticos y la salud humana.
En América Latina, algunos países ya han implementado medidas para reducir el uso de plásticos y promover el reciclaje. Ecuador, por ejemplo, ha aprobado una ley que establece que las botellas de PET deben contener al menos un 15 % de material reciclado, con incrementos hasta el 30 % en 2024. En Chile, se prohibieron los plásticos de un solo uso, y Colombia ha implementado un impuesto a las bolsas plásticas, lo que ha logrado reducir su consumo.
Una responsabilidad compartida
La lucha contra la contaminación por plásticos no es responsabilidad exclusiva de los gobiernos, las empresas o las organizaciones sociales. Es un esfuerzo colectivo que involucra a todos los actores de la sociedad. En palabras de Albina Ruiz, “Lo mínimo que podemos hacer es separar nuestros residuos en casa y ser consumidores responsables”. Desde no aceptar bolsas de plástico hasta optar por alternativas reutilizables, cada acción cuenta.
A nivel municipal, es importante que se destinen más recursos a la educación ambiental y a la implementación de políticas de reciclaje. Además, las leyes existentes deben ser cumplidas, tanto por las autoridades como por los ciudadanos.