La Cumbre Perú Sostenible 2025 inauguró su jornada hoy 23 de octubre con el panel central «Acciones prioritarias para reducir la vulnerabilidad climática del Perú», reuniendo a líderes de gobiernos regionales, el sector privado y la cooperación internacional. Las exposiciones convergieron en que la alta vulnerabilidad del país exige la articulación inmediata de estrategias que abarquen desde la revalorización de técnicas ancestrales hasta el uso de la innovación financiera.
Cusco: La paradoja de la ocupación territorial
Miguel Alejandro Ossco, director de la Oficina Regional de Gestión de Riesgos de Desastres del Gobierno Regional del Cusco, ofreció un diagnóstico de la complejidad climática de su región, que enfrenta lluvias intensas, deslizamientos, inundaciones, nevadas inusuales, y hasta fenómenos sísmicos activos (como la falla de Pachatusan).
Ossco señaló que el principal factor de vulnerabilidad es la ocupación del territorio impulsada por la rentabilidad económica. Puso como ejemplo a Machu Picchu Pueblo, una ciudad constantemente afectada por cuatro ríos, o las zonas agrícolas del VRAEM, que son ocupadas a pesar de ser áreas de inundación por su productividad.
Destacó, sin embargo, que Cusco posee una resiliencia ancestral, visible en vestigios incas que manejan drenajes pluviales integrales y en la ocupación de zonas seguras. Atribuyó la mayor capacidad de respuesta del Gobierno Regional a la confluencia de este conocimiento con un fuerte apoyo de la cooperación internacional (AECID, GTZ, PNUD) que ha fortalecido sus capacidades locales.
Minería como motor de soluciones: El modelo Quellaveco
Tamiko Hasegawa, gerente de Sostenibilidad e Innovación de Anglo American, presentó la experiencia de la mina Quellaveco (Moquegua) como un ejemplo de cómo la minería puede ser parte de la solución climática.
- 100% energía renovable: La mina, moderna desde su concepción en 2022, se abastece al 100% de energía renovable no convencional, utilizando energía eólica (Parque Eólico Punta Lomitas) y solar en sus oficinas y almacenes.
- Reducción de huella: Al cierre de 2024, Quellaveco logró reducir 214 000 toneladas de CO2 equivalente, un ahorro que es comparable a retirar 50 000 vehículos a combustible de circulación durante un año.
- Gobernanza colaborativa: Hasegawa destacó la plataforma «Moquegua Crece», liderada por el gobierno regional y aliada con empresas como Anglo American, Engie y Mitsubishi. Esta iniciativa, que nació con diagnósticos espaciales detallados, se enfoca actualmente en la seguridad hídrica, clave para la adaptación al cambio climático en la región.
El mensaje de Anglo American es que el sector minero tiene el doble rol de avanzar en su propia sostenibilidad y abastecer de minerales críticos para la transición energética global.
Proyectos y el desafío de la Amazonía
Anton Willems, CEO de Profonanpe (Fondo Ambiental del Perú), abordó la complejidad de desarrollar modelos de prosperidad en la Amazonía, una región «compleja, diversa y emocionante», pero asediada por actividades ilegales.
Willems propuso dos modelos validados:
- Cadenas de valor de alto nivel: Citó la experiencia en el Datem del Marañón (Loreto), donde desde 2006 se promovió el desarrollo de actividades legales con tecnología, logrando que comunidades indígenas conserven sus territorios al integrarse a cadenas de valor. Puso como ejemplo a productores que hoy venden pescado envasado fresco en Tarapoto, superando trayectos de hasta 24 horas en chalupa gracias a la tecnología.
- Alianzas público-privadas por la conservación: Destacó el trabajo del Patrimonio Natural del Perú y el Sernanp, que usan las Áreas Naturales Protegidas como locomotoras para generar oportunidades económicas en las zonas de amortiguamiento, como ocurre en Pacaya Samiria.
Willems concluyó que la solución para la Amazonía no solo pasa por la conservación, sino por impulsar la legalidad y formalidad en zonas ya degradadas, replicando el «milagro» de desarrollo sostenible de San Martín, pero sin avanzar la frontera de deforestación.
La cooperación Alemana y el legado ancestral
La Embajadora de Alemania, Sabine Bloch, detalló el impacto de la Alianza Peruano-Alemana por el Clima (establecida en 2022), un acuerdo que busca proteger los bienes públicos globales y fortalecer el diálogo técnico.
- Puna resiliente: Un proyecto financiado por el Fondo Verde del Clima, Alemania y Canadá, que se ejecuta en Cusco, Arequipa, Ayacucho y Puno. Ayuda a las poblaciones altoandinas a gestionar sus recursos hídricos utilizando la siembra y cosecha de agua, combinando conocimiento ancestral con tecnología moderna. El objetivo es mejorar la disponibilidad hídrica para la agricultura y la ganadería, beneficiando a más de 60 000 personas.
- Amunas en Lima: La Embajadora resaltó la rehabilitación de 32 km de Amunas (canales ancestrales) en la Cuenca Alta del Río Rímac, un proyecto de alianza público-privada que permite infiltrar más de 2 millones de metros cúbicos de agua al año, recargando acuíferos que abastecen a Lima.
Bloch enfatizó que el reto es acelerar la implementación de estas medidas de adaptación y movilizar recursos de todos los actores (gobierno, empresas y cooperación) para garantizar la sostenibilidad a largo plazo.
