Del 8 al 10 de julio se realizó en Lima un encuentro clave para fortalecer el futuro Sistema de Alerta Temprana Multiamenaza (SATMA), el cual busca mejorar la capacidad del país para responder ante diferentes riesgos como sismos, inundaciones o deslizamientos. Más de 100 representantes de entidades del Estado, gobiernos regionales y locales, así como pueblos indígenas y comunidades, participaron en este diálogo nacional para construir una hoja de ruta que guíe su implementación.
El evento fue organizado por la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura) con el apoyo de la ONG Practical Action, como parte de un proyecto financiado por el Fondo Verde del Clima. Durante los tres días del encuentro, los participantes revisaron información técnica, compartieron experiencias desde sus regiones y propusieron ideas para construir un sistema de alerta temprana que sea preventivo, inclusivo y articulado.
Un modelo que integre a todos
Durante los tres días del evento, se destacó la urgencia de superar varios retos que dificultan la implementación de alertas tempranas efectivas en el país. Entre ellos, la falta de coordinación entre los distintos niveles de gobierno, la limitada cobertura tecnológica, la escasa información meteorológica en zonas rurales y la ausencia de enfoques que tomen en cuenta las diversas realidades sociales y territoriales.
“Trabajar hacia un sistema de alerta temprana para todos no es solo una meta técnica, es una apuesta de país. El Perú está liderando en América Latina la implementación de un sistema multiamenaza, y puede convertirse en referente global”, destacó Mariana Escobar, representante de la FAO en Perú.
Desde Practical Action, su directora en el país, Pamela Girano, recalcó: “Creemos en el poder de la articulación. Este evento es una oportunidad para construir juntos soluciones frente a los riesgos climáticos”.

Experiencias desde los territorios
Uno de los aportes más importantes del encuentro fue la presentación de experiencias reales de sistemas de alerta temprana creados desde regiones, municipios y comunidades. Desde la provincia de Calca, en Cusco, Leonardo Roa explicó cómo varios distritos se unieron para formar un Comité Técnico Provincial, que les permite enfrentar incendios e inundaciones con participación activa de las comunidades y organizaciones locales.
En Íllimo, Lambayeque, el alcalde Juan Pablo Santamaría contó cómo han respondido a eventos climáticos extremos instalando bocinas y sistemas de mensajería comunitaria. “Esperamos que el SAT sea una política de Estado. La prevención es la mejor inversión que puede hacer el país”, afirmó.
Por su parte, David Torres, representante de la Central Asháninka del Río Ene (Junín), presentó una iniciativa liderada por comunidades nativas, basada en el monitoreo local, la capacitación constante y el trabajo en alianzas. “El SAT de la CARE nace desde las comunidades. Pero necesitamos articular mejor con los gobiernos locales y regionales para que nuestras alertas sean reconocidas y respondidas a tiempo”, sostuvo.
Gobernanza como base del cambio
Para Pablo Ramos Roncal, especialista en Resiliencia de la FAO y coordinador regional del Proyecto FiRe, no basta con tener tecnología o sistemas de monitoreo. “No es posible construir un SATMA sin participación activa y liderazgo institucional. Se requiere articulación entre sectores, inclusión de actores locales y que los SAT se integren en planes nacionales y territoriales de adaptación”, sostuvo.

El evento cerró con una serie de recomendaciones estratégicas para construir un sistema de alerta temprana que no solo sea más preventivo, sino también sensible al género, intercultural y con enfoque intersectorial. La línea base presentada servirá como punto de partida para reducir brechas y diseñar un plan de acción nacional que priorice a las personas, en especial a las más vulnerables.
La FAO reafirmó su compromiso de seguir apoyando al Perú en este camino, con el objetivo de fortalecer una gobernanza efectiva, participativa e inclusiva que ayude a salvar vidas, proteger medios de vida y reducir la vulnerabilidad ante el cambio climático. En un país tan diverso geográfica y socialmente como el Perú, el SATMA busca ser una herramienta común, construida desde las diferencias, pero con un mismo fin: estar preparados.


