En un operativo conjunto del Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (Serfor) y la Policía Nacional del Perú, se logró el rescate de 33 animales silvestres que eran comercializados de manera ilegal en las inmediaciones del mercado de Carhuaz, en Áncash. Entre las especies recuperadas se encontraban 19 periquitos esmeralda, cinco loros cabecirrojos, especie catalogada como amenazada, y nueve tortugas taricayas, consideradas vulnerables.
Animales en condiciones deplorables
Los ejemplares rescatados fueron hallados dentro de bolsas plásticas y cajas de cartón, lo que les causó un evidente deterioro en su estado de salud. Especialistas del Serfor informaron que las aves presentaban signos de deshidratación, estrés extremo, plumaje caído y heridas superficiales, consecuencia de las precarias condiciones en las que eran mantenidas y transportadas.
El especialista Carlos Rojas, de la Administración Técnica Forestal y de Fauna Silvestre (ATFFS) Áncash, explicó que la captura y comercialización de estas especies no solo afecta a los animales directamente, sino que también genera un impacto negativo en los ecosistemas. “Cada especie cumple un rol fundamental en su entorno. Además, es importante recordar que esta actividad constituye un delito, tanto a los que capturan a los animales como para quienes los comercializan”, advirtió.
Sanciones para los responsables
El ciudadano que tenía en su poder a los animales enfrentará un proceso administrativo sancionador, según lo establecido en la Ley N° 29763, Ley Forestal y de Fauna Silvestre. Esta normativa considera una infracción muy grave la venta, compra, almacenamiento o posesión de fauna silvestre de origen ilegal, imponiendo sanciones económicas que pueden oscilar entre 10 y 5000 Unidades Impositivas Tributarias (UIT).

El caso ha sido puesto en conocimiento de la Unidad Desconcentrada de Protección del Medio Ambiente de la Policía Nacional y de la Fiscalía Especializada en Materia Ambiental para determinar las responsabilidades legales correspondientes.
Las autoridades recordaron que la compra de animales silvestres como mascotas incentiva el tráfico ilegal y pone en riesgo la biodiversidad del país. El Serfor insta a la ciudadanía a denunciar estos delitos y fomentar la conservación de las especies en su entorno natural. Asimismo, recalcaron la importancia del control y fiscalización para evitar la explotación de los recursos del bosque y la fauna silvestre.