Una reciente investigación reveló graves deficiencias en la adaptación de los servicios de salud pública a las prácticas culturales de las comunidades indígenas de la Amazonía peruana. Este trabajo, desarrollado por la organización Salud Sin Límites en colaboración con la Universidad Dickinson College, se centró en dos comunidades Nomatsigenga y dos Ashaninka de los distritos de Pangoa y Mazamari, en la provincia de Satipo, en Junín.
Financiado por el Consejo Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (Concytec) a través de ProCiencia, el estudio tuvo como objetivo principal comprender las perspectivas y necesidades culturales de estas comunidades para mejorar la atención materna durante el embarazo y el parto.
La investigación se realizó en dos fases entre 2020 y 2021, durante los primeros 20 meses de la pandemia de Covid-19. En la primera fase, se realizaron entrevistas en profundidad con madres gestantes, líderes comunitarios, agentes de salud tradicionales y profesionales de la salud. En la segunda fase, se dieron ocho talleres participativos que involucraron a 120 personas, entre actores comunitarios y personal sanitario.
Principales hallazgos
Mariela Bazán, investigadora principal del proyecto, destacó que los resultados muestran un preocupante retroceso en la adecuación intercultural de los servicios de salud, como lo evidencia la desaparición de las salas de parto intercultural en muchas áreas.
Asimismo, una de las conclusiones más alarmantes es la falta de institucionalización de las políticas de salud intercultural. Bazán afirmó que, en muchas ocasiones, la calidad de la atención depende más de la comprensión del personal de salud que de la implementación de una política regional o nacional. Por ello, destacó la importancia de institucionalizar la política de salud intercultural, asegurando un seguimiento, acompañamiento y presupuesto adecuados para mejorar el servicio.
Recomendaciones
Entre las recomendaciones clave, se destaca la necesidad de fortalecer las competencias del personal de salud en la comprensión y respeto de las prácticas culturales indígenas, incluyendo la aceptación de métodos tradicionales como el parto vertical y el uso de medicina ancestral.
Además, los investigadores sugieren evitar el uso de medidas coercitivas para fomentar el parto institucional y, en su lugar, ofrecer incentivos positivos que tomen en cuenta las dificultades económicas y de documentación que enfrentan muchas mujeres indígenas, quienes a menudo optan por dar a luz en sus hogares.
Dato
El proyecto, que contó con una inversión de S/. 87 400 soles, empleó una metodología cualitativa basada en entrevistas con 21 mujeres indígenas que dieron a luz entre 2020 y 2021. Este enfoque permitió obtener una comprensión profunda y detallada de las experiencias y necesidades de estas comunidades, proporcionando información para la formulación de políticas más efectivas y culturalmente adecuadas.