viernes 19, diciembre 2025

Orquídeas, ranas y mamíferos: los hallazgos que marcaron la biodiversidad en 2025

Durante 2025, investigaciones científicas en áreas naturales protegidas identificaron nuevas especies de flora y fauna en los Andes y la Amazonía. Los hallazgos refuerzan el valor científico de estos ecosistemas y la urgencia de conservarlos.

| Fecha:

El año comenzó con hallazgos en los bosques montanos del país. En marzo, investigadores descubrieron la orquídea Pleurothallis machupicchuensis en el Santuario Histórico de Machu Picchu, fortaleciendo el rol del santuario como uno de los principales centros de diversidad vegetal del país. La especie crece en bosques entre 2000 y 2500 metros y se distingue por su labelo bilobulado y glenión prominente, características únicas que la diferencian de sus parientes cercanos.

En abril, los Andes centrales aportaron una nueva serpiente, Tachymenoides goodallae, encontrada entre 2190 y 3050 metros sobre el nivel del mar en Pasco, Junín y Puno. Los estudios genéticos confirmaron su singularidad y permitieron corregir clasificaciones previas, demostrando la relevancia de la genética en la investigación de la biodiversidad andina.

Los bosques de Machupicchu volvieron a sorprender en junio con la identificación del roedor semiacuático Incanomys mayopuma, cuyas patas adaptadas para nadar y orejas vestigiales lo convierten en una especie endémica única en ecosistemas fluviales andinos.

Los investigadores destacan que este descubrimiento demuestra la importancia de conservar los ecosistemas andinos, así como el potencial científico que aún poseen zonas como el Santuario Histórico de Machupicchu. (Foto: Sernanp)

En julio, la biodiversidad montana del Parque Nacional del Río Abiseo se enriqueció con el hallazgo del marsupial Marmosa chachapoya, reconocido por su cola prensil más larga que el cuerpo y características morfológicas únicas que subrayan la diversidad endémica de la región.

Explorando la Amazonía y los bosques inundables

El Abanico del Pastaza, en Loreto, fue escenario de descubrimientos en mayo, donde científicos documentaron nuevas especies de flora, fauna y hongos, en colaboración con comunidades urarinas. Este esfuerzo combinó conocimiento tradicional y análisis científicos, demostrando la importancia de la participación indígena en la conservación.

En octubre, los bosques de bambú del Parque Nacional Alto Purús revelaron la pequeña rana venenosa Ranitomeya hwata, destacada por su colorido patrón y comportamiento reproductivo único. Este hallazgo reafirma el valor de las áreas protegidas amazónicas como refugios de especies aún desconocidas para la ciencia.

Asimismo, en San Martín, investigadores describieron la rana Scinax garciadavilae, semi arborícola, con ojos plateados y flancos amarillos, ampliando el conocimiento sobre anfibios amazónicos y aportando datos cruciales para estrategias de conservación en ecosistemas vulnerables.

La rana, denominada Scinax garciadavilae, mide entre 3.8 y 4.5 centímetros y se distingue por su cuerpo marrón con manchas oscuras, flancos amarillos con puntos negros, ojos plateados y piel con pequeños tubérculos. (Foto: Giussepe Gagliardi Urrutia)

Diversidad de flora: nuevas especies y áreas protegidas

El 2025 también estuvo marcado por múltiples descubrimientos botánicos. En agosto, se identificó Konradus trescrucensis, un escarabajo de brillo metálico, en los bosques nublados del Parque Nacional del Manu, junto con otras cuatro especies, destacando el valor ecológico de los Andes tropicales.

En el Parque Nacional Yanachaga-Chemillén, las investigaciones a lo largo del año dieron con varias nuevas especies de flora y fauna: Polylepis yanesha y orquídeas como Telipogon yanesha y Pleurothallis yanesha, que reconocen la relación ancestral del pueblo Yanesha con estos bosques. Además, se describieron cuatro especies de Gesneriaceae, elevando a 224 el número de especies conocidas de este grupo en Perú.

También se documentaron 21 nuevas especies de plantas del género Justicia, 12 de ellas dentro de áreas naturales protegidas, mostrando la importancia de estas zonas como laboratorios vivos de biodiversidad y su potencial para investigaciones ecológicas y aplicaciones prácticas.

El Bosque de Protección Alto Mayo sumó a la lista a la planta trepadora Drymonia clavijoae, mientras que el Parque Nacional Tingo María reveló al roedor Daptomys nunashae, cuyo pelaje color chocolate y rasgos distintivos refuerzan la singularidad de la fauna de la región.

La especie fue hallada a 1170 metros de altitud en el BPAM, una de las zonas de mayor diversidad biológica del país. (Foto: Difusión)

Una mirada al futuro de la conservación

Los descubrimientos de 2025 destacan la riqueza biológica del Perú y la necesidad de mantener áreas naturales protegidas. Desde serpientes, ranas y murciélagos, hasta plantas, orquídeas y escarabajos, cada hallazgo aporta información esencial para la ciencia y la conservación.

La colaboración entre investigadores locales, internacionales y comunidades indígenas ha demostrado ser clave en este proceso, integrando conocimiento ancestral y técnicas científicas modernas. Estos esfuerzos no solo amplían el inventario de especies, sino que fortalecen la gestión sostenible y la protección de ecosistemas amenazados por el cambio climático y la actividad humana.

Suscríbete al boletín
Especial
Destacados
Últimas noticias

Inforegión, Agencia de Prensa Ambiental E.I.R.L Copyright © Inforegión 2025. Todos los derechos reservados