El año 2025 dejó una huella positiva para el café peruano, tanto en lo local como en lo internacional. Desde Inforegión documentamos diversas historias a lo largo del año como la de Café Altura, liderada por Segundo Tello en Santiago de Chile, que se convirtió en un símbolo del emprendimiento migrante y la calidad del café peruano. Desde un pequeño carrito en La Vega Central hasta seis locales y una tostaduría propia, la marca se consolidó gracias al cuidado extremo de cada taza y al uso de granos provenientes de Cusco, Villa Rica y Cajamarca.
Desde la Selva Central, la creatividad de los jóvenes caficultores también marcó la pauta. Jerry Monteverde, de Pichanaqui, ganó el I Concurso de Cold Brew con su bebida “Tropical Coffee”, combinando café geisha con maracuyá, camu camu y kion. Este logro evidencia cómo la innovación y el aprovechamiento de insumos locales potencian la proyección del café peruano.
Reconocimientos y medallas: la excelencia peruana en el mundo
El café del país no solo ha sido creativo, sino también premiado. Ángel Antonio Manosalva, de Jaén, Cajamarca, se alzó con la Taza de Excelencia 2025 gracias a su café Geisha, mientras que Dalila Díaz, de Alto Huallaga, repitió como ganadora del Concurso de Cafés Especiales del Alto Huallaga. Por su parte, la cooperativa Cemcavir de Villa Rica obtuvo medalla de oro en París, consolidando la presencia femenina en la producción de café de alta calidad.
Los cafetaleros del Vraem también se destacaron en competencias internacionales, logrando 19 medallas en París, mientras que el Laboratorio de Café Moali presentó el primer dripper peruano hecho con un 60% de residuos de café, un ejemplo de innovación sostenible que combina economía circular y diseño artesanal.

Expansión internacional: Perú llega a nuevos mercados
El café peruano continuó su conquista internacional. En 2025, la Cooperativa Bosques del Alto Mayo exportó cinco toneladas de café orgánico a Japón, mientras que la empresa Aromas del Monzón y las comunidades Yanesha consolidaron envíos a Europa y Asia, con volúmenes que alcanzan las 40 toneladas. Asimismo, la productora Ilda Flor Huamán logró exportar café biodinámico a Holanda, Italia y Suiza, destacando la importancia del conocimiento empírico y la capacitación técnica en la proyección internacional de los pequeños productores.
El crecimiento del sector se reflejó en cifras récord: hasta octubre de 2025, las exportaciones de café peruano sumaron US$ 1,321 millones, con un aumento interanual superior al 43%. Estados Unidos, Alemania, Bélgica y Canadá fueron los principales mercados, mientras que el país consolidó su posición como líder en café orgánico y de especialidad.
Jóvenes y relevo generacional: el futuro del café
No solo la calidad y la exportación definieron el año; también la formación de nuevas generaciones de profesionales del café. En el Vraem, 20 hijos de cafetaleros recibieron formación como catadores certificados Q Grader, asegurando un relevo generacional que fortalezca la competitividad del sector. A nivel barista, Diego Huillca Santa Cruz y Walter Jesús Vela se coronaron campeones nacionales en Latte Art y Coffee in Good Spirits, respectivamente, y representarán al país en torneos mundiales en 2026.
Este impulso de talento joven se complementa con la participación de mujeres y comunidades en la cadena productiva, como lo demuestra Cemcavir y las cooperativas Yanesha, que han logrado abrir mercados internacionales, fortalecer la economía local y generar empleo sostenible en regiones históricamente vulnerables al cultivo ilícito.

Sostenibilidad y valor agregado: innovación ambiental
La sostenibilidad también se destacó como eje del desarrollo cafetalero. Desde la producción biodinámica hasta la transformación de residuos en carbón vegetal, los proyectos como Aromas del Monzón y Moali demuestran que es posible unir calidad, respeto ambiental y economía circular. Estas iniciativas no solo diversifican la oferta, sino que crean valor agregado y posicionan al café peruano como un producto competitivo y responsable en el mercado global.
Consolidación y retos para 2026
El año cerró con logros notables, pero también con desafíos pendientes. Aunque el 85% de los caficultores son pequeños productores, solo un 30% está asociado a cooperativas, lo que limita la capacidad de negociación y acceso a mercados internacionales. La sostenibilidad, la profesionalización y la innovación seguirán siendo claves para fortalecer el sector y garantizar que el café peruano mantenga su proyección y reputación en 2026.


