Según datos del Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (Sernanp), las 129 000 visitas durante el feriado largo de Fiestas Patrias consolidan las áreas naturales protegidas como una opción principal para el turismo interno en el Perú. Este crecimiento se traducirá en un impacto directo en las economías locales de más de 20 regiones, beneficiando a sectores como el ecoturismo, transporte, gastronomía y servicios de alojamiento.
Las Islas Ballestas, ubicadas en la Reserva Nacional Sistema de Islas, Islotes y Puntas Guaneras, encabezaron la lista de los destinos más visitados con 26 170 personas. Les siguieron el Parque Nacional Huascarán (19 217) y la Reserva Paisajística Nor Yauyos-Cochas (19 150). Entre los tres concentraron cerca del 50% de las visitas registradas durante las Fiestas Patrias.
Destinos emergentes muestran crecimiento
A pesar de la preferencia por los destinos más conocidos, otras áreas protegidas también experimentaron un aumento notable en su afluencia. La Reserva Nacional de Lachay, por ejemplo, cuadruplicó su número de visitantes, pasando de 2751 en 2024 a 10 279 en 2025. Similarmente, el Santuario Histórico de la Pampa de Ayacucho duplicó su afluencia, registrando 9542 turistas. En tanto, el Parque Nacional del Manu experimentó un crecimiento del 72%, reflejando el interés creciente por el ecoturismo en la Amazonía peruana.
Un modelo de turismo sostenible
Este incremento en la afluencia de turistas responde a una estrategia coordinada entre el Sernanp, gobiernos regionales, operadores turísticos y comunidades locales. En el caso del Parque Nacional Huascarán, por ejemplo, la habilitación de nuevos sectores turísticos en Quillcayhuanca, Ulta y Llaca contribuyó al aumento de visitantes, superando incluso los números de 2019 y 2023. Según José Carlos Nieto Navarrete, presidente ejecutivo del Sernanp, “El Perú está aprendiendo a mirarse a través de su biodiversidad. Este no es solo un récord turístico, es una apuesta nacional por un modelo de desarrollo sostenible con identidad”.

Impacto económico en las comunidades locales
El turismo en las áreas naturales protegidas no solo tiene un valor ambiental, sino también económico. En regiones como Áncash, Ica, Huancavelica, Junín, Ucayali, San Martín y Loreto, las actividades turísticas representan una fuente creciente de ingresos y empleo. Además, la creciente afluencia de turistas contribuye a reducir la dependencia de actividades ilegales como la minería informal y la tala ilegal.
José Carlos Nieto destacó que «el turismo en ANP no solo genera ingresos y empleo, también fortalece el vínculo emocional de los peruanos con su patrimonio natural», lo que se traduce en una mayor conciencia sobre la necesidad de conservar estos espacios para las generaciones futuras.
Este cambio en las preferencias turísticas también está relacionado con un cambio cultural en la forma en que los peruanos se acercan al turismo.
Cada vez más, las familias buscan experiencias con propósito, donde no solo se trata de “ver” un paisaje, sino de “sentir” una conexión profunda con la naturaleza.
Las campañas de concientización como «Conecta con la Naturaleza», impulsadas por el Sernanp, buscan acercar las ANP a la ciudadanía, destacando que no son solo espacios lejanos, sino parte fundamental de la identidad del país.


