Se avizora una nueva alternativa para paliar la escasez de agua. Un reciente estudio revela que los bofedales altoandinos podrían mitigar este impacto ocasionado por la sequía. Las investigaciones son desarrolladas por el Centro de Investigación y Tecnología del Agua (CITA) de la Universidad de Ingeniería y Tecnología (UTEC).
Resultados alentadores
Las investigaciones forman parte de un proyecto que estudia a los bofedales como sistemas reguladores del agua, capaces de proveerla en tiempos de escasez. Para su desarrollo, el estudio comprende áreas ubicada en tres regiones. Una se sitúa en las cabeceras del río Vilcanota, región Cusco. La segunda se encuentra en las fuentes del río Rímac, región Lima. La tercera ubica en Tarma, hacia la cuenca amazónica, región Junín. Todos los espacios se encuentran en territorio montañoso y tienen bofedales.
¿Y qué dicen los resultados obtenidos? Son auspiciosos. El estudio registra que hay una correlación entre la presencia de bofedales y la cantidad de agua en los ríos durante épocas de sequía. Ante ello, se destaca la importancia de proteger y restaurar estos ecosistemas para mitigar la escasez de agua y el cambio climático.
Naturaleza del estudio
Los datos de este estudio son recopilados por científicos gracias a una red de monitoreo hidrológico de bajo costo. Esta fue desarrollada por la UTEC, así como el análisis de imágenes satelitales por teledetección que también se usa en el estudio. También se basa en la aplicación de tecnologías desarrolladas por UTEC para monitorear y analizar a los bofedales y su impacto en el ciclo hidrológico local y regional.
El estudio no sólo abarca investigación científica, sino también la colaboración con las comunidades locales y las autoridades regionales. Además, reconoce la importancia de involucrar a todos los actores relevantes para garantizar el éxito a largo plazo de las medidas de conservación del agua.
Con este trabajo se quiere alcanzar una comprensión profunda de los bofedales y su contribución a la disponibilidad de agua en la zona andina del Perú. Sus datos permitirán esbozar acciones preventivas para proteger y gestionar de manera sostenible estos ecosistemas. Se espera que esta investigación sea un modelo replicable en el mundo. Es decir, en toda zona que enfrente retos en la disponibilidad de agua y la conservación de ecosistemas.
Hacia la preservación del agua
“Nuestra investigación examina cómo se comportan estos bofedales como reservorios de agua para las comunidades en temporada seca. Además, se enfoca en la preservación del recurso hídrico que proviene de estas áreas, protegiendo estos ecosistemas vulnerables (por) la actividad humana y el cambio climático». Así declaró Pedro Rau, investigador principal del CITA UTEC.
Añadió que, tras el desarrollo de las investigaciones, el siguiente paso es vital para conservar los bofedales. Este “implica la vigilancia continua de estas áreas e incluir más variables del ciclo hidrológico que puedan reflejar las alteraciones actuales debidas al cambio climático», precisó.
Dato
Los bofedales también son denominados humedales o pantanos altoandinos. Nuestro país cuenta con 18 290 hectáreas de estos espacios, según el Ministerio de Ambiente.
