TINGO MARÍA. El enfoque de paisaje, también conocido como enfoque de gestión de paisaje, es una estrategia integral que se centra en considerar un área geográfica determinada como un conjunto de elementos interconectados de biodiversidad, ecosistemas, cultura, economía y desarrollo sostenible de las comunidades. En otras palabras, no aborda de manera aislada los problemas y desafíos de un lugar. Estas áreas pueden ser la cuenca de un río, un bosque, un parque, esencial para las actividades productivas, o cualquier zona ecológica de relevancia. Incluso, podría definirse por las fronteras administrativas de un país, como un municipio.
Así lo explicó Vanessa Coronado, jefa de la iniciativa ‘Alianza para los paisajes’, financiada por la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) y liderada por Rainforest Alliance. Pero lo más importante del enfoque de paisaje, según señaló Coronado, es que “permite que se encuentren consensos entre los actores locales, los sectores público y privado, todos los grupos de interés y de distintos desarrollos, desde lo económico, social y ambiental, que están presentes en ese territorio específico”.
«Este enfoque de paisaje necesita tener cuatro características: 1) Un área que puede ser ambiental o administrativa. 2) Que exista un interés de un grupo de actores representativos dentro del territorio que hacen uso de esa área. 3) Que los actores se pongan de acuerdo hacia dónde quieren llevar ese territorio, siempre con miras de aumentar su resiliencia, es decir, la capacidad de ese territorio de cuidarse a sí mismo, de recuperarse y de mantener la provisión de servicios ambientales. Y 4) El sistema de monitoreo, para garantizar las mejoras, según lo definido por la plataforma multiactor», precisó la especialista colombiana en políticas públicas.
Enfoque de paisaje en Pinto Recodo (Lamas)
Pinto Recodo es uno de los 11 distritos de la provincia de Lamas, en la región San Martín, donde se ha implementado el enfoque de paisaje. Durante el “Primer encuentro técnico de paisaje sostenibles”, que se realizó en el marco de la Expoamazónica 2023, el alcalde de Pinto Recodo, Robinson Tantalean, informó que han sido deforestadas alrededor de 25 000 hectáreas de las 81 000 que comprende el territorio de este distrito. Esto equivale al 31% de su área total. En ese contexto, el enfoque de paisaje ha contribuido a que se revisen los instrumentos de gestión de esta localidad para que sean ajustados a su realidad.
«Como sociedad, hemos destruido nuestros bosques. Esto está provocando el aumento de las temperaturas y desastres naturales que agotan los recursos. Pinto Recodo, con sus 43 pueblos, incluyendo cuatro comunidades nativas, está abordando este problema mediante el enfoque de paisaje, y hemos comenzado a elaborar un plan de desarrollo concertado. Este documento incorpora los saberes de las comunidades nativas en cuanto al cuidado de los bosques y la conservación de sus tradiciones. Las cuatro comunidades están articulando con la municipalidad, y nosotros participamos de sus actividades. En lugar de enfrentar los desafíos de manera individual, lo hacemos como un esfuerzo colectivo y social», manifestó.
El enfoque de paisaje no reemplaza las políticas públicas
Vanessa Coronado explicó que el enfoque de paisaje no debe considerarse como una política pública relacionada con el ordenamiento territorial, sino como un espacio de coordinación, que posee un plan de acción para ser implementado. Precisó que su propósito es facilitar el diálogo entre los diferentes actores, para que identifique lo que tienen y lo que les falta para avanzar hacia sus metas, y donde pueden resolver conflictos. Lo que distingue a este enfoque de otros es su capacidad para promover la coordinación a largo plazo, alineándose con políticas públicas y fuentes de financiamiento, con el fin de mejorar no solo los aspectos ambientales, sino también de calidad de vida de los habitantes de las comunidades.
«El enfoque de paisaje tiene una mirada a largo plazo, tanto como la provisión de servicios ecosistémicos, es decir, no tiene un límite, pero esto resulta un desafío debido a que las administraciones (los gobiernos locales, regionales y nacional) cambian cada cierta cantidad de años, según está establecido. Por ello, para que se constituya como un enfoque a largo plazo, es necesaria la participación de la sociedad civil, que es la que se ve afectada por el cambio climático, por ejemplo, y se da cuenta que necesita articular con otros actores, entre ellos los gobiernos. Y son éstos las que diseñan las políticas públicas que se quedan en el tiempo. Con estos dos componentes podemos superar los cambios de actores involucrados», añadió.