El Organismo de Supervisión de los Recursos Forestales y de Fauna Silvestre (Osinfor) informó que ha realizado 206 supervisiones a centros de cría de fauna silvestre en los últimos cinco años, con el fin de asegurar condiciones adecuadas para los animales que no pueden ser reinsertados en su hábitat natural.
Las inspecciones se realizaron en centros formales como zoológicos, zoocriaderos, centros de rescate y de conservación. En estas acciones se verifica la implementación del plan de manejo aprobado, así como aspectos relacionados con infraestructura, sanidad, bioseguridad, alimentación, y el cumplimiento de obligaciones administrativas.
Evaluación técnica y procesos sancionadores
El especialista de fauna del Osinfor, Luis Guillermo Rico, indicó que estas supervisiones forman parte del Plan Anual de Supervisión y Programa de Evaluación Quinquenal (PASPEQ). “Las supervisiones que realizamos son fundamentales para garantizar condiciones óptimas en los centros de cría que albergan animales rescatados del tráfico ilegal que han perdido sus habilidades silvestres para ser devueltos a su hábitat”, señaló.
Cuando se detectan incumplimientos, se remite un informe técnico a la Dirección de Proceso Sancionador Forestal y de Fauna Silvestre, que puede dar inicio a un Proceso Administrativo Único (PAU) para determinar responsabilidades y aplicar las sanciones correspondientes.

Reconocimiento a buenas prácticas
El Osinfor también otorga constancias de cumplimiento a aquellos centros que demuestran buenas prácticas en la implementación del plan de manejo. Este reconocimiento mejora su reputación institucional y les otorga facilidades en trámites administrativos. A la fecha, 38 centros han recibido esta constancia.
Zoo Huancayo: observaciones no subsanadas
Como parte de su programación 2025, el Osinfor supervisó el Zoológico de Huancayo el 4 y 5 de febrero. Durante la visita se registraron 125 especímenes en buen estado de salud, pero también se identificaron múltiples incumplimientos al plan de manejo aprobado en 2009, el cual no ha sido adecuado a la normativa vigente.
Entre las observaciones figuran la falta de un médico veterinario responsable, ausencia de medicamentos, deficiencias en bioseguridad, como control de plagas, y problemas en la infraestructura de los recintos. Además, se detectaron omisiones en el registro de movimientos de ejemplares, informes no presentados desde 2021 y un libro de operaciones desactualizado.


