La Comisión Nacional para el Desarrollo y Vida sin Drogas (Devida) y la Organización de Comunidades Asháninkas de Río Ene Pangoa (Ocarep) firmaron una renovación de su alianza estratégica que se extenderá hasta 2028. El objetivo de este acuerdo es fortalecer el desarrollo agrícola y económico de 156 familias en la margen izquierda del río Ene, una zona históricamente afectada por el narcotráfico.
Impulso a los cultivos lícitos en una zona vulnerable
El proyecto de colaboración se enfoca en la producción de cacao, para lo cual se han destinado 175.5 hectáreas de terreno. Además del cacao, las comunidades involucradas también cultivan productos como plátano, yuca y papaya, lo que contribuye a diversificar la economía local y a ofrecer alternativas al cultivo ilícito de hoja de coca.
Eli García Rivera, presidente de Ocarep, resaltó los avances logrados en la zona gracias al apoyo recibido: «Cada año veo que mis comuneros están más ligados a la agricultura, las parcelas están tecnificadas y se nota el compromiso, vamos a continuar respondiendo a este trabajo que va en beneficio de nosotros mismos», manifestó.

Fortalecimiento del liderazgo
Además de los logros en el ámbito productivo, el acuerdo también ha favorecido el fortalecimiento del liderazgo y la organización social en las comunidades. Las familias han trabajado en la elaboración de planes de vida comunales, y han realizado tareas de mantenimiento de infraestructuras colectivas, lo que contribuye al bienestar de la población.
El trabajo en asociatividad ha sido clave para mejorar las condiciones económicas de las comunidades. Un ejemplo de esto es la implementación de un módulo de procesamiento de cacao a favor de la Cooperativa Agraria Intercultural Pankiari Enisati, que ha permitido a los socios de Ocarep agregar valor a su producción y acceder a nuevas oportunidades de comercialización.
Este acuerdo forma parte de una serie de iniciativas de Devida para promover el desarrollo en zonas rurales de Ayacucho, Cusco y Junín, donde también se encuentran en vigor otros convenios con organizaciones de pueblos originarios. A través de estos acuerdos, se busca reducir la dependencia del narcotráfico y ofrecer alternativas productivas a las comunidades afectadas.