PASCO. Enclavada en el corazón de la selva alta peruana, Villa Rica es mucho más que un punto geográfico. Este distrito de la provincia de Oxapampa, región Pasco, es conocido internacionalmente como la “Tierra del café más fino del mundo”. Su calidad cafetalera, premiada en múltiples certámenes internacionales, junto con su entorno natural y cultural, la convierten en un destino que une tradición, biodiversidad y desarrollo local.
Villa Rica ha ganado reconocimiento gracias a su café de altísima calidad, producido en altitudes que van desde los 1200 a los 1800 metros sobre el nivel del mar. Las condiciones climáticas, su tipo de su suelo y la biodiversidad de la región –que incluye especies de árboles como robles, eucaliptos, bromelias y orquídeas– le otorgan al café villaricense un perfil único, con notas amaderadas y florales que deleitan a los más exigentes paladares.
En el 2010, Indecopi brindó la denominación de origen Café Villa Rica, al grano verde o más conocido como oro, por su componente geográfico, clima donde se cultiva, al tipo de suelo y las fuentes de agua que sirven para que movilicen nutrientes desde el suelo hacia la planta. Sumado al factor humano, que realiza prácticas y técnicas estandarizadas del cultivo.
Pero Villa Rica no solo es café. También es una comunidad que ha sabido conservar y proyectar su identidad a través de espacios que combinan historia, recreación y conservación, como el Parque del Café – Westreicher, el Malecón Entáz y el emblemático Panteón de los Colonos.
El Parque del Café de Villa Rica
Ubicado en la urbanización Miraflores, a espaldas del terminal de Villa Rica, el Parque del Café – Westreicher no solo es un homenaje al legado cafetalero, sino también un espacio educativo y recreativo para la población local y visitantes. Nos comenta la Sra. Irma Baldoceda, viuda de Westreicher, que junto a su esposo donó este terreno, en el año 2010 a la Municipalidad Distrital de Villa Rica, para la creación de parques, generando así, espacios de recreación para la población. Este parque consta de un área de 6150 m2 y cuenta con áreas verdes, bancas para el descanso y espacios para actividades deportivas, como una cancha de vóley.
En este espacio, la Municipalidad Distrital junto con la Cámara de Turismo, organizan actividades socioculturales relacionadas al café, donde se transforma en un centro de promoción turística y cafetalera. Aquí, los visitantes locales y nacionales pueden aprender sobre el cultivo y procesamiento del café, y participar en degustaciones y talleres. Iconos como la taza gigante y las letras que forman “Villa Rica” ofrecen oportunidades perfectas para fotografías, mientras que el entorno natural resalta la conexión de la ciudad con la sostenibilidad ambiental.
“Queremos que este parque sea un espacio donde la cultura cafetalera se viva, no solo como una actividad económica, sino como parte de nuestra identidad”, señala Jesús Alfredo Ramos Paquiyauri (2024), expresidente de la Cámara de Turismo de Villa Rica.
El Malecón Entaz: Naturaleza y recreación en Villa Rica
A orillas del río Entaz, el malecón del mismo nombre es un ejemplo de cómo combinar infraestructura funcional con la riqueza natural de Villa Rica. Este espacio se extiende a lo largo de 1.5 kilómetros, Jesús Ramos señala que, “Es un lugar de encuentro para la comunidad. Aquí las familias, los jóvenes y los turistas disfrutan de un ambiente que refleja la esencia de nuestra tierra”, Jesús Ramos (2024). Por otro lado, Américo Ayala y Mike Ávila, operadores turísticos, mencionan:
“Este sendero peatonal ofrece un espacio para el avistamiento de aves, pues se encuentra rodeado de árboles autóctonos como pacay maní, eucaliptos y albizias, que no solo brindan sombra y frescura, sino que también atraen aves como el paucar de cola amarilla, el chihuaco, entre otras, convirtiendo al malecón en un lugar ideal para el avistamiento de aves” (2024).
Un puente rojo metálico marca la entrada al malecón, que conecta áreas urbanas con espacios recreativos, durante todo el año, pero especialmente en fechas festivas como el 28 de julio, el malecón se llena de vida con eventos tradicionales, caminatas ecológicas y paseos en bicicleta.
El Malecón Entaz no solo es un espacio recreativo y turístico, sino también un lugar cargado de historia. Según recuerda Jesús Ramos Paquiyauri, reconocido promotor local, este malecón ha sido testigo de eventos significativos para la comunidad. En un trágico episodio hace décadas, aproximadamente 40 personas desaparecieron en la zona debido a un fuerte desborde del río Entaz, marcando un momento difícil en la memoria colectiva de Villa Rica. Hoy, el malecón se ha convertido en un símbolo de resiliencia y conexión con la naturaleza, atrayendo a visitantes que buscan disfrutar de su tranquilidad y aprender sobre su historia.
El Panteón de los Colonos: Un tributo a los pioneros
Villa Rica también guarda su historia en el Panteón de los Colonos, un espacio que rinde homenaje a los primeros habitantes que enfrentaron las adversidades de la selva para fundar esta colonia. La cruz monumental de 10 metros que preside el lugar no solo simboliza unidad, sino también resiliencia frente a desafíos históricos como enfermedades y aislamiento.
Este panteón es el tercer cementerio austro-alemán más antiguo del país, después de los de Pozuzo y Huancabamba, a diferencia de estos, el Panteón de los Colonos de Villa Rica, cuenta con una particularidad, pues alberga tanto a colonos europeos como a miembros de la comunidad Yanesha, según la lista proporcionada por la Presidenta de la junta Vecinal Cerro San Francisco, la cual ha sido facilitada hace ya, varios años, por la Municipalidad Distrital de Villa Rica. Hoy, este espacio no solo preserva la memoria de los colonos pioneros, sino que también se ha convertido en un lugar de interés turístico y cultural.
Villa Rica: Más allá del café
Además de su riqueza cafetalera, Villa Rica se posiciona como un destino sostenible, donde la interacción entre la naturaleza y la cultura es clave. Su café, que alcanza una producción anual de 5950 toneladas, el 80% de las cuales se exporta a mercados como Estados Unidos, Europa y Asia, es un símbolo de excelencia. Pero más allá de las cifras, Villa Rica invita a experimentar una conexión profunda con su historia, su biodiversidad y su comunidad, siendo pieza fundamental para la Reserva de Biosfera Oxapampa-Asháninka-Yanesha.
En cada rincón, desde el Parque del Café hasta el Malecón Entaz, Villa Rica cuenta una historia que mezcla tradición, innovación y respeto por su entorno. Este distrito no solo se ha ganado el título de “Tierra del Café Más Fino del Mundo”, sino también un lugar especial en el corazón de quienes la visitan.
