La Universidad Nacional Agraria de la Selva (UNAS) firmó convenios de cooperación con la Asociación de Nacionalidades Asháninkas del Valle del Pichis (ANAP) y la Federación de Comunidades Nativas Yanesha (Feconaya), expandiendo así su presencia educativa en la selva central peruana. Los acuerdos buscan fortalecer el desarrollo académico y cultural en 147 comunidades nativas.
La firma se realizó en el distrito de Iscozacín, donde también se anunció la implementación de un Centro Preuniversitario que iniciará operaciones entre enero y marzo. «La Municipalidad está cubriendo el costo total. Es un ejemplo de admirar cómo apuesta por la educación», señaló el rector de la UNAS, Milthon Muñoz Berrocal.
Los convenios contemplan programas de capacitación específicos para las comunidades. «Hay un compromiso por parte de nosotros para que vayan especialistas de administración para ver todo lo que es la mercadotecnia, cómo mejorar la artesanía que están haciendo. Ellos están dando un avance, pero les falta más apoyo técnico», explicó Muñoz Berrocal.
Formación y retorno a sus comunidades
La universidad está aprovechando el programa Beca 18 para facilitar el acceso a la educación superior. «Ellos vienen acá, se capacitan, llegan a formarse profesionalmente y retornan a su comunidad. Están logrando el desarrollo de estas comunidades y eso es lo que nosotros queremos», manifestó el rector.
El programa también contempla la capacitación de docentes bilingües de las comunidades. «Están viendo esa estrategia para que profesores de las comunidades nativas que son bilingües puedan venir acá a la universidad, pueden estar uno o dos meses, capacitarse y después retornar», indicó Muñoz Berrocal.
La iniciativa busca nivelar las competencias académicas de los estudiantes. «Los vamos a capacitar en qué es lo que necesitan los estudiantes de secundaria para venir a la universidad, para que no tengan ese desnivel y puedan competir mejor», agregó el rector.
Tecnología para cuidar territorios
Las comunidades han expresado su interés en recibir capacitación tecnológica para la protección de sus territorios. «Ellos quieren que la universidad les capacite en uso de GPS, en uso de drones, todo para poder supervisar mejor su territorio», explicó Muñoz Berrocal.
Esta formación tiene un propósito específico de conservación. «Cuando tienen una invasión por deforestación o minería ilegal, quieren manejar bien el GPS y los drones para poder controlar mejor su territorio y en estos casos hacer las denuncias respectivas», concluyó el rector.