UCAYALI. Irene Chamaya Correa, originaria de Cajamarca, encontró en el centro poblado Virgen del Carmen, en el distrito de Neshuya, no solo un hogar, sino una pasión que cambiaría su vida. Al llegar a la región por motivos familiares, Irene comenzó su incursión en la agricultura como un simple pasatiempo. “Para empezar, hice dos hectáreas de cacao”, comenta.
Sin embargo, lo que comenzó como un hobby pronto se convirtió en una verdadera misión. Descubrió en el cacao una planta extraordinaria que la conectaba con la naturaleza y, más importante aún, con la conservación del ambiente.
Conservación forestal
Hoy, Irene Chamaya cuenta con ocho hectáreas de cacao aromático, donde ha integrado árboles forestales como la lupuna, caoba, ishpingo, copaiba, shihuahuaco, entre otras especies, como parte de su compromiso con la reforestación.
“Poco a poco he ido entendiendo la importancia de la vegetación y del cuidado del ambiente, por eso me he dedicado completamente a ello”, explica con entusiasmo. Este enfoque sostenible no solo busca mejorar la producción, sino también restaurar las tierras degradadas que antes estaban destinadas al cultivo de coca.
Con esfuerzo y determinación, Irene ha transformado estas tierras, y ahora se enorgullece de su trabajo con diversas variedades de cacao aromático, entre las que destacan el porcelana y 17 clones locales. “Son excelentes en sabor y aroma, ideales para chocolates finos”, añade. A lo largo de los años, su cultivo le ha brindado numerosas satisfacciones, especialmente en este 2024, un año próspero para los cacaoteros de la región.
Presidenta de la Cooperativa Colpa de Loros
Recientemente fue elegida por segunda vez presidenta de la Cooperativa Colpa de Loros, una de las más grandes y representativas de la región, una responsabilidad que asume con seriedad. “Hay mucho por hacer, como aumentar la productividad del cacao. Actualmente, solo aprovechamos el 25% de la producción. Podemos sacar más provecho del mucílago, de la cáscara, pero necesitamos financiamiento para ello”, comenta Irene.
A sus socios en la cooperativa, Irene les envía un mensaje contundente: “La unión hace la fuerza. Si seguimos trabajando unidos, de manera orgánica, podemos alcanzar todos nuestros objetivos”.
Irene Chamaya Correa no solo es una líder en el sector del cacao, sino también una incansable defensora del ambiente. Su historia es un testimonio de cómo la pasión por la tierra puede transformar vidas y comunidades, sembrando un futuro sostenible para Ucayali y más allá.