La situación crítica de la carretera Atalaya-Satipo ha llevado a los transportistas de carga pesada a anunciar un paro como medida de protesta. “Estamos cansados y hartos de la negligencia de las autoridades. Hemos decidido actuar y exigir soluciones inmediatas”, expresó Marco Avellaneda Cabrejos, presidente del Comité Multisectorial para la Gestión de la Carretera Atalaya-Satipo. Según Avellaneda, la carretera presenta un estado deplorable y, hasta la fecha, no se han tomado acciones concretas para su mantenimiento.
Avellaneda informó que en una reunión realizada en Atalaya, que incluyó a la sociedad civil, se formó un comité Procarretera para solicitar la intervención del Estado. “Hemos logrado una audiencia con el ministro de Transportes y Comunicaciones, Raúl Pérez, en Lima, donde también participarán autoridades locales y congresistas de Ucayali”, destacó.
La propuesta principal del comité es que el Gobierno intervenga la carretera por emergencia mediante un decreto de urgencia. “Estamos buscando que el estado intervenga directamente para garantizar la transitabilidad”, aclaró el dirigente.
Impacto en la economía regional
El deterioro de la carretera ha generado un impacto en la economía regional. Según Avellaneda, en condiciones normales, los camiones de carga pesada realizan hasta seis vueltas mensuales en el tramo Lima-Atalaya. Sin embargo, “en enero, muchos transportistas apenas han podido completar un viaje debido al mal estado de la vía”, indicó.
El encarecimiento de productos básicos es otro efecto directo. En Atalaya, una cabeza de plátanos de 20 kilos se vende a S/4, mientras que un kilo de arroz cuesta S/5. “Esto obliga a los agricultores a sacrificar más productos para cubrir sus necesidades básicas, afectando su economía y la de toda la región”, explicó Avellaneda.
Además, el dirigente advirtió que la falta de accesibilidad para transportar productos agrícolas podría empujar a algunos agricultores hacia actividades ilegales. “La región se está convirtiendo en un caldo de cultivo para el narcotráfico, con Atalaya destacando por sus narcopistas de aterrizaje”, enfatizó.
Propuestas concretas
El comité ha identificado 20 kilómetros de puntos críticos que requieren atención inmediata. “No pedimos movimientos de tierra en invierno, sino acciones específicas como llevar maquinaria, volquetes y cargadores frontales para colocar material que garantice la transitabilidad”, indicó Avellaneda.
El dirigente señaló que, de no atenderse la situación, los costos sociales y económicos seguirán escalando. “La falta de soluciones afecta a todos: agricultores, transportistas y consumidores. Nuestra prioridad es evitar el desabastecimiento y asegurar que los productos de primera necesidad lleguen”, afirmó.
Con el respaldo de autoridades regionales y locales, los transportistas esperan que la reunión con el Ministro de Transportes y Comunicaciones dé como resultado una solución inmediata.
