En la región Huánuco, el manejo de residuos agrícolas como el gabazo de café y el cáliz de aguaymanto representa un problema ambiental y sanitario. Estos desechos suelen acumularse en composteras rudimentarias, generando contaminación y costos adicionales para productores y transportistas.
Ante este escenario, la startup Hope Biocuero desarrolló un proceso para transformar dichos residuos en biocuero. El proyecto recibió financiamiento y apoyo técnico del programa ProInnóvate del Ministerio de la Producción (Produce) y se orienta a promover la economía circular y reducir impactos ambientales.
Identificación del problema y propuesta tecnológica
El emprendimiento identificó que la acumulación de residuos agrícolas evidenciaba una gestión ineficiente que agravaba la contaminación local. Como respuesta, la empresa implementó un sistema de acopio y transformación basado en tecnologías limpias. “A partir de esta realidad, Hope Biocuero decidió acopiar los residuos y transformarlos mediante tecnologías limpias, como ultrasonido, campos óhmicos y separación de fases por cambio de pH”, explicó Daniel Claudio Sánchez, CEO y fundador de la startup.
El proceso permite aprovechar las propiedades naturales de cada residuo. Del café se obtienen pigmentos naturales con función antifúngica, mientras que del aguaymanto se extraen proteínas y fibras que aportan estructura y resistencia al biomaterial.

Características del biomaterial
Según la información proporcionada por la empresa, el biocuero desarrollado no utiliza plásticos, látex ni aglutinantes industriales. “A diferencia de otros materiales alternativos, el proceso desarrollado por Hope Biocuero no utiliza plásticos, látex ni aglutinantes industriales, lo que refuerza su carácter sostenible”, añadió.
El resultado son biocueros homogéneos, con distintos grosores y acabados, aptos para productos como maletas, fundas, morrales, prendas de vestir y accesorios tecnológicos.
Origen académico y validación del producto
La iniciativa se originó en la Universidad Nacional Hermilio Valdizán, cuando el fundador cursaba la carrera de Ingeniería Agroindustrial. Los primeros prototipos se desarrollaron en laboratorio y posteriormente evolucionaron gracias al financiamiento de ProInnóvate, lo que permitió realizar validaciones en condiciones reales y mejorar el desempeño del producto.
Actualmente, la startup cuenta con un centro de procesos equipado con maquinarias prototipo, en proceso de patente, y equipos de control de calidad. Uno de los desarrollos evaluados es la correa de un reloj inteligente, que fue utilizada durante varios meses en zonas altoandinas y amazónicas, demostrando resistencia, durabilidad y confort sin generar irritaciones.

Proyección comercial y expansión
Hope Biocuero se encuentra en una etapa de validación comercial y expansión. Mantiene conversaciones con empresas y mercados de Brasil, Argentina y México, así como con compañías interesadas en incorporar el material en desarrollos tecnológicos.
El equipo también trabaja en la protección de la propiedad intelectual y en el cumplimiento de requisitos para exportación. Desde la startup señalan que el escalamiento industrial requerirá alianzas estratégicas para atender la demanda de grandes volúmenes del mercado internacional. Con esta iniciativa, el proyecto plantea una alternativa de aprovechamiento de residuos agrícolas con impacto económico, social y ambiental desde una región del país.


