El informe subraya que las aguas de ambos ríos no cumplen con los estándares establecidos por el Minam, por lo tanto no son aptas para el consumo humano. (Foto: Andina)
Desde hace dos años la resistencia de Olivia viene acompañada de amenazas de muerte y ataques que la fuerzan a vivir en constante desplazamiento. (Foto: Angela Ponce)