Lucía Rodríguez Figueroa, en la provincia de Satipo, región Junín, ha dedicado más de una década de su vida al reciclaje, un trabajo que no solo le permite mantener a su familia, sino también educar a sus hijos, transformándolos en profesionales. A través de su labor incansable y su rol como presidenta de la Asociación de Recicladores Apis, Lucía demuestra que el reciclaje es un noble oficio lleno de desafíos y satisfacciones.
«Me dedico a este oficio desde hace más de 10 años y gracias al reciclaje, tengo dos hijos ingenieros, uno forestal y otro civil, y un tercer hijo, comerciante, que también ha sido un pilar en mi vida», cuenta Lucía, con el orgullo y la satisfacción de haber alcanzado grandes logros. Y es que a lo largo de estos años, encontró en el reciclaje un trabajo accesible que le permitió atender a sus pequeños mientras contribuía al sustento familiar.
Lucía recicla todo: fierros, latas, botellas, PVC, cobre, aluminio, baterías, entre otros materiales. Su trabajo diario le permite ganar entre 20 y 100 soles, dependiendo de la jornada. Todo lo que recolecta se comercializa y se envía a Lima, lo que implica costos adicionales de flete que ella misma cubre.
Apis: Un refugio de oportunidades
Lucía lidera la Asociación de Recicladores Apis, una organización que acoge a más de 24 personas, incluyendo madres solteras, jóvenes sin hogar y ancianos, brindándoles una oportunidad para ganarse la vida. «Nosotros les damos esta facilidad para que puedan reciclar y así ganar su pan de cada día», explica Lucía, resaltando que no piden ningún documento para integrar a nuevos miembros, permitiendo así que todos puedan trabajar libremente.
Apis, que toma su nombre del término científico para las abejas, refleja el espíritu trabajador y organizado de sus miembros. «El reciclaje es un trabajo que implica mucho esfuerzo, pero también es un trabajo digno», afirma Lucía, quien ve en su labor una forma de educar a la comunidad sobre la importancia del reciclaje y la lucha contra enfermedades como el dengue.
Desafíos y obstáculos en el día a día del reciclador
A pesar de su dedicación, los recicladores enfrentan múltiples desafíos y peligros. «Algunos nos insultan, nos echan agua o nos maltratan», relata Lucía, describiendo los malos tratos que sufren a diario. Además, deben lidiar con residuos contaminados y peligrosos. «Nos entregan latas mezcladas con vidrios y pañales, lo que puede causar heridas», explica, destacando la falta de conciencia de algunas personas sobre la correcta separación de residuos.
Lucía y su asociación esperan un mayor apoyo de las autoridades de Satipo y del Ministerio del Ambiente. «Pedimos formalización, un terreno propio y una prensa para reducir los productos», enumera Lucía. La formalización les permitiría acceder a beneficios de salud y a trabajar en condiciones más seguras y dignas.
El reciclaje no solo es una fuente de ingresos, sino también una labor crucial para el medio ambiente y la salud pública. «Reciclar contribuye a erradicar el dengue y a mantener nuestra comunidad limpia», subraya Lucía. Además, invita a los vecinos a ser más conscientes y respetuosos. «Que reciclen bien, que no mezclen vidrios con plásticos y que respeten nuestro trabajo», pide Lucía, enfatizando la necesidad de un comportamiento más responsable y solidario.
Un saludo y un llamado a la ciudadanía
Lucía concluye con un saludo especial: «Un cordial saludo a todos mis compañeros recicladores. El primero de junio es el Día del Reciclador, y espero que lo celebremos juntos». También hace un llamado a la comunidad y a las autoridades para que reconozcan y valoren la importante labor que realizan los recicladores. «Todo trabajo es digno y merece respeto», finaliza Lucía, reafirmando su compromiso y el de su asociación en la noble tarea del reciclaje.
Lucía, con su tenacidad y dedicación, nos enseña que el reciclaje es mucho más que una simple recolección de residuos; es una forma de vida que construye futuros y transforma comunidades. Su historia es un ejemplo de cómo, con esfuerzo y perseverancia, se puede lograr un cambio significativo tanto en el ámbito personal como en el social.