La región San Martín lanzó la “Ruta del Carnaval Amazónico”. Esto se realizó en el Centro Cultural de Moyobamba con la presencia de varias delegaciones. La iniciativa comprende ferias gastronómicas, artesanales, agroindustriales en las provincias de Lamas, Moyobamba, Huallaga, Tocache, Tarapoto, Rioja y de Lagunas – Yurimaguas.
Las actividades culminarán con el carnaval de Rioja. Esta festividad cobra una singular importancia, pues se llena de colores y alegría con la entrada del Ño Carnavalón. Este acompaña al pueblo entero que baila al ritmo de danzas amazónicas como la pandilla. De allí que se conformen pintorescas comparsas.
Una fiesta para fortalecer la identidad cultural
Ronald Gárate Chumbe, alcalde de la provincia de Moyobamba, dijo que la Ruta del Carnaval en San Martín busca difundir estas actividades ancestrales. “Consolidemos nuestras fiestas tradicionales. La conmemoración busca fortalecer la identidad cultural y colocar a San Martín como la puerta de ingreso a la Amazonía para el turismo mundial y nacional”, enfatizó.
Previo a lanzamiento se realizó un multicolor pasacalle en Moyobamba. Las delegaciones mostraron su algarabía, colores, exotismo y festejo. El evento contó con la presencia del Luis Vásquez, director de la Dirección Desconcentrada de Cultura San Martín; Miguel Mogollón, director regional de Comercio Exterior y Turismo del Gobierno Regional de San Martín, etc.
Bailes y tradiciones
Los pasacalles y bailes típicos no faltan en el Carnaval Amazónico San Martín. Uno de ellos es el baile de la “La pandilla”. Esta consiste en bailar alrededor de la “Umsha”. Se realizan pasos simples al compás de la música mientras se mueven los pañuelos. Además, se suele jugar debajo de la Umsha, tirándose agua y pintura. Finalmente, esta debe derribarse con un machete para tomar los regalos. La alegría que trae este ritual es contagiante.
Además, en el carnaval se disfruta del juane, caldo de gallina, tacacho con cecina, patarashca, timbuchi, etc. En tanto, se practica la tradición del “bando del carnaval”. Una persona va leyendo en diferentes esquinas una ordenanza dirigida a las autoridades, instituciones públicas y privadas de la ciudad.
Según antiguas creencias, el carnaval se lleva a cabo en una época del año en la que los demonios andan sueltos. Por ello todos los que participen del evento deben vestirse como un demonio o como una de las criaturas de la mitología selvática.
