Desde hace años, Rey Ángel Atencio Ramírez se dedica a la apicultura en el valle del Monzón, provincia de Huamalíes, región Huánuco. Esta técnica de criar abejas le ha permitido a él y a su familia cosechar miel de calidad que es comercializada entre los locales.
Según indicó Atencio a Inforegión, hay dos cosechas de miel al año: una en agosto y otra en octubre. Sin embargo, estas se agotan rápidamente, ya que varios vecinos de Monzón reservan con anticipación su lote de este producto.
“Ya tengo pedidos. Desde ayer han comenzado a escribirme. He dicho que voy a cosechar y me han dicho cuánto quieren, y se lo llevarán. Mayormente, las enfermeras de la posta son mis principales compradoras”, señaló el apicultor.
Historia de la cosecha de miel
Rey Ángel comenzó con dos panales de abejas en su parcela, lugar donde también cosecha cacao, café, plátano y yuca. En el 2020, se inscribió ante la Comisión Nacional para el Desarrollo y Vida sin Drogas (Devida) para recibir nueve núcleos de estos insectos.
Después de recibir a esta población de abejas, el apicultor aumentó sus panales de dos a 14, en total. Esto le ha permitido que su cosecha de miel incremente, lo que le permite producir entre 30 a 40 kilos al año por colmena.
No obstante, debido al mal tiempo, la cantidad de este producto ha disminuido. “Este año, la floración se ha retrasado debido a las lluvias. El factor climático ha afectado nuestra producción y la ha reducido. (…) El tiempo ha impactado en nuestra producción”, indicó Atencio Ramírez.
Apoyo por parte de instituciones
El apicultor comentó que luego de la erradicación de la hoja de coca en el valle, se implementó un Plan de Poserradicación. En este, Devida fomentó el cultivo de café, cacao y, posteriormente, módulos de producción de miel de abeja.
Al respecto, Rey Ángel dijo que el apoyo de los ingenieros de Devida es constante. Agregó que aprendió de ellos, ya que aumentó la producción de miel e identificó las enfermedades que atacan a las abejas.
La ingeniera Laura Prudencio, encargada de asistir a Atencio, declaró que visita una vez al mes a los apicultores. En ese sentido, revisa si necesitan ayuda en la producción o cuidado de las colmenas.
Con el apoyo recibido, el apicultor se siente preparado para ayudar a sus vecinos y otros apicultores del valle. Además, anima a las personas a que opten por cosechar miel y puedan sumarse a la venta de este producto tan demandado en la zona.