UCAYALI. La Reserva Comunal Purús (RCP) y el Parque Nacional Alto Purús (PNAP) cumplen hoy, lunes 20 de noviembre, 19 años de creación. Ambas áreas naturales protegidas (ANP) se ubican entre las regiones Madre de Dios y Ucayali. En el caso de la RCP, la cual limita con la frontera con Brasil, conserva la diversidad biológica y el manejo sostenible de los recursos para beneficio de las poblaciones locales aledañas. Además, conforma parte de la zona de amortiguamiento del Parque Nacional Alto Purús.
La RCP tiene una extensión aproximada de 202 000 hectáreas y es hogar de unas ocho etnias amazónicas, incluidas poblaciones en aislamiento y contacto inicial. Su conservación se realiza mediante una co-gestión entre el Estado, a través del Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (Sernanp), y las comunidades representadas por EcoPurús, el Ejecutor de Contrato de Administración (ECA), que agrupa a más de 2000 pobladores.
En la RCP habita el armadillo gigante (priodontes maximus), un mamífero que recorre los bosques tropicales densos de esta ANP, así como tortugas acuáticas como la taricaya y el teparo. Asimismo, se encuentran los últimos rodales de caoba que contribuyen a la dinámica del carbono.
Amenazas en el Paisaje Purús-Manu
El Paisaje Purús Purús-Manu, considerado el bosque más grande y en el cual se encuentra la RCP, se enfrenta a diferentes amenazas, aun cuando cuenta con un marco legal que le confiere una protección estricta. Entre ellas, el impacto por la construcción de carreteras sin una planificación adecuada y la extracción minera ilegal, especialmente en la cuenca del río Pariamanu. De igual manera, el cambio de uso de suelo dirigido a cultivos legales agrícolas e ilegales (hoja de coca) que causa presión sobre el bosque y su consiguiente deforestación; y la extracción de recursos de forma indiscriminada que afecta su sostenibilidad, como la caoba o los huevos de taricaya, según un análisis de la organización Sociedad Zoológica de Frankfurt (FZS).
Desarrollo sostenible desde la RCP
Las comunidades nativas que pertenecen a la RCP trabajan elaborando productos a base de copaíba, miel de abeja y artesanías. También hacen aceites de diferentes árboles que extraen los habitantes. Los productos de la ECA EcoPurús han sido exhibidos en dos ediciones de la feria internacional Expoamazónica, la primera en 2022, en Chachapoyas (Amazonas), y, en 2023, en Tingo María (Huánuco).
«Las comunidades debemos conocer más sobre cómo funcionan los mercados nacional e internacional, para que sepamos comercializar los productos que tiene la RCP y con los que venimos trabajando, a través del desarrollo y manejo sostenible. También queremos aprender y poner en práctica nuevas técnicas para mejorar nuestros negocios», señaló Wagner Jijida Bardales, emprendedor de la provincia Purús, en Ucayali.
Recuperación de abejas nativas endémicas
Por otra parte, la empresa BioApinativa fabrica miel con abejas nativas endémicas de la RCP. Según indicó Richard Barja, gerente general de la compañía y también participante de la Expoamazónica 2023, mediante su labor por elaborar miel, han trabajado en recuperar más de 20 especies y promueven la investigación en temas de conservación de las culturas originarias y la biodiversidad.
«En 2021, ganamos un concurso nacional como una de las mejores mieles del Perú. Al año siguiente, conseguimos el primer lugar en el Concurso Escolar Nacional de Ciencia y Tecnología, con el proyecto “Especie de Abejas Nativas sin Aguijón». En 2023, presentamos en Chile dos trabajos de investigación en el Congreso Mundial de Apicultura “Apimondia”. Uno de esos proyectos involucra a jóvenes indígenas de la comunidad nativa Zapote, para revalorar culturas ancestrales y que puedan generar ingresos económicos propios», subrayó Barja.
De este modo, cabe destacar que la Jefatura de la Reserva Comunal Purús (JRCP) y el ECA EcoPurús promueven el manejo de flora y fauna silvestre, fauna de cacería con fines de subsistencia, de uso ancestral y su comercialización. También impulsan el manejo del paiche y de grandes bagres, entre otras especies; así como el aprovechamiento de la palmera de asaí y la producción de artesanías. En ese sentido, realizan acciones efectivas que garanticen la mitigación de la presión y las amenazas sobre la RCP, beneficiando a la población local que hace uso de los recursos naturales al interior del ANP.
