Se reportó acerca del descubrimiento de una nueva especie de rana en la región Ayacucho. El animal pertenece a la especie Pristimantis similarissp. nov. y su hallazgo se dio cuenta en la revista científica ZooKeys. Así lo informó ayer el Museo de Historia Natural de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM) en su cuenta de Facebook.
La investigación fue liderada por Valia Herrera Alva y César Aguilar Puntriano, investigadora y jefe del Departamento de Herpetología del Museo de Historia Natural de la UNMSM, respectivamente. También participó Alessandro Catenazzi de la Florida International University, de Estados Unidos.
Características de la nueva especie
La nueva rana pertenece al género Pristimantis, que se observa en toda América. En el Perú hay 145 especies de ranas de este género que no tienen una etapa de larva acuática. Muchas de ellas son muy similares entre sí, lo que ha causado confusión en su identificación.
Como parte de un estudio sobre la rana Pristimantis rhabdolaemus, se recolectaron individuos en los bosques montanos de la provincia ayacuchana de La Mar, particularmente en el Vraem. Los análisis revelaron que los especímenes recolectados pertenecen a una especie no descrita.
La nueva especie de rana se encuentra entre los 1200 a 2000 msnm. Morfológicamente se asemeja más a la rana P. rhabdolaemus; pero con algunas diferencias.
Ranas infectadas con hongo
Se registró que seis (30%) de los 18 especímenes de la nueva especie encontrados estaban infectados por el hongo B. dendrobatidis. Este hongo ha provocado la disminución de anfibios en el mundo. Por ello se advierte que el hongo podría estar amenazando a los anfibios de la zona.
La investigación confirma que las ranas Pristimantis pueden infectarse, a pesar de que su ciclo de vida excluye las etapas acuáticas, que es cuando se exponen al hongo.
Importancia de las ranas
Al formar parte de los anfibios, las ranas tienen un rol capital en los ecosistemas. Estas transfieren nutrientes de medios acuáticos a terrestres y controlan las plagas de insectos. Una eventual desaparición de ellas facilitaría el incremento del número de insectos transmisores de enfermedades como la malaria, dengue y fiebre amarilla.
A su vez las ranas son una importante fuente de alimento para libélulas, peces, serpientes, pájaros, escarabajos, ciempiés y monos. La ausencia de estos anfibios produciría un impacto negativo en el desarrollo del ecosistema al que pertenecen. En el mundo se distribuyen unas 6600 especies de ranas, según National Geographic.