El debate en torno a la talla mínima para la captura de anchoveta ha escalado en Perú tras la demanda presentada por la Sociedad Nacional de Pesquería (SNP) ante el Instituto Nacional de Defensa de la Competencia y de la Protección de la Propiedad Intelectual (Indecopi). La SNP cuestiona la restricción que establece una talla mínima de 12 centímetros para la captura de este recurso. Sin embargo, tanto el Ministerio de la Producción (Produce) como el Instituto del Mar del Perú (Imarpe) han defendido la medida, alegando que se basa en evidencia científica sólida.
Es importante entender que la talla mínima de 12 cm es uno de los pilares de la gestión sostenible de la anchoveta, un recurso esencial tanto para el ecosistema marino como para la economía peruana. Explicamos este tema en profundidad aquí. Sin embargo, la SNP sostiene que esta norma representa una barrera burocrática que limita la flexibilidad en la actividad pesquera. Por esta razón, el gremio pesquero industrial solicitó al Indecopi que declare la norma en disputa como una “barrera burocrática ilegal y/o carente de razonabilidad” en una demanda presentada en abril de este año.
Para que Indecopi falle a favor de la SNP, esta tendría que demostrar que la medida es ilegal o irracional. Sin embargo, los informes técnicos presentados por Produce, respaldados científicamente por Imarpe y a los cuales Inforegión ha tenido acceso, refuerzan la validez de la norma, que está alineada con el marco legal y enfocada en garantizar la sostenibilidad.
Defensa de Produce frente a demanda de la SNP
En este se detalla que, según informe del Imarpe, «la anchoveta Engraulis ringens, es el pez pelágico más abundante que habita en el mar peruano. Su ciclo de vida es corto, con una longevidad de 3 a 4 años, y alcanza tamaños de hasta 20 centímetros de longitudtotal (LT). La madurez sexual la alcanza a los 12 centímetros de LT que equivale a una edad aproximada de un (1) año”. Esta talla, por lo tanto, no es arbitraria, sino que marca el momento crucial en que el pez puede reproducirse, garantizando la continuidad de la especie.
Asimismo, se lee que “la demandante pretende cuestionar la calidad científica de los informes del Imarpe; sin embargo, no ofrece alguna evidencia científica que contradiga la talla mínima establecida para el recurso Anchoveta, además, consideramos que la instancia administrativa de Indecopi no resulta adecuada para revisar la calidad científica de los informes u opiniones emitidas por el Imarpe para la determinación de las regulaciones pesqueras establecidas por el Ministerio de la Producción”.
Se subraya que «el hecho de que Chile regule y gestione la pesquería de la anchoveta de forma diferente, no constituye una evidencia o falta de evidencia científica». Así, se rechaza el argumento de la SNP de que las diferencias en normativas internacionales deberían influir en la gestión de este recurso en el país. Destacan que, si bien eventos climáticos como El Niño pueden provocar que algunas anchovetas maduren a tamaños menores (10 u 11 cm), estos son fenómenos circunstanciales que “no ameritan una modificación de la norma de la talla mínima”.
«La pesquería peruana de anchoveta es reconocida internacionalmente por su sostenibilidad, y reducir la talla mínima podría vulnerar este prestigio», detalla otro fragmento del informe. “Lo que se debe aplicar, son medidas alternativas o complementarias, de naturaleza adaptativa, que permitan reducir los factores adversos como: reducir el tamaño de las áreas cerradas por incidencia de juveniles, reducir el número de días del área cerrada (veda), mejoras en la selectividad de las redes de cerco u otras (…)» añade.
Resolución final pendiente
El conflicto entre la SNP y el gobierno refleja tensiones más amplias en la gestión de recursos naturales. Desde 2016, la captura de anchovetas juveniles ha aumentado, y aunque la normativa actual permite hasta un 10% de tolerancia en la captura de ejemplares menores de 12 cm, la industria ha presionado por una mayor flexibilidad, lo que ha generado preocupación en la comunidad científica y en los pescadores artesanales que dependen de su pesca sostenible. Conoce más sobre este impacto socioambiental aquí.
La talla mínima de captura no solo es un criterio biológico, sino también un parámetro esencial para determinar las cuotas pesqueras anuales, fundamentales para la sostenibilidad de la biomasa. Por un lado, el sector pesquero industrial aboga por cambios que permitan una “mayor productividad”, mientras los informes técnicos de Produce, con base del Imarpe, advierten la necesidad de mantener esta medida para proteger a la anchoveta y, por ende, al ecosistema marino peruano.
El fallo de Indecopi marcará un hito en esta disputa. De ratificarse la normativa, se mantendrá una política basada en ciencia y sostenibilidad. Si se decide lo contrario, podría sentarse un precedente que ponga en riesgo los avances en la gestión pesquera de uno de los recursos más emblemáticos de Perú.
