Más de 500 pobladores de los distritos de Santo Domingo de Anda y Pueblo Nuevo, en la provincia de Leoncio Prado, retiraron maquinarias pesadas empleadas por mineros en las quebradas Almendra y Libertad. La movilización responde a la falta de consulta social y las denuncias de daños ambientales en estas zonas.
Luis Pérez, presidente del Frente de Defensa de Anda, señaló: «No daremos licencia social. Nunca se nos ha consultado ni informado sobre estas actividades. Estamos actuando de forma pacífica, pero no permitiremos que destruyan nuestras tierras.» Los pobladores otorgaron un plazo de 48 horas a los mineros para abandonar el área y advirtieron sobre futuras acciones en caso de incumplimiento.
La población denunció la inoperancia de las autoridades locales y regionales frente al avance de la minería. «Las instituciones que deberían proteger no actúan con rapidez. Tenemos 2000 metros de quebradas intervenidas, y las autoridades solo dilatan el tiempo con mesas de trabajo», agregó Pérez.
Daños ambientales y conflictos sociales
Las actividades mineras en la región han generado serias preocupaciones por el impacto ambiental y la división dentro de las comunidades. «Han removido el cauce de las quebradas, alterando la calidad del agua y provocando la muerte de peces y vacunos. No somos ignorantes, conocemos los efectos de estas actividades», afirmó Carlos Álvarez, poblador de Pueblo Nuevo.
Pese a las denuncias, los pobladores recalcaron que sus acciones se llevaron a cabo de forma pacífica. «No hemos agredido a nadie. Solo hemos retirado las máquinas y exigido que respeten nuestras tierras», explicó Álvarez.
Autoridades locales piden diálogo y soluciones inmediatas
El alcalde de Leoncio Prado, Max Fuentes, expresó su apoyo a las comunidades y lamentó la falta de respuestas de las autoridades nacionales. «Hemos tenido reuniones en Lima con el gobernador y otras instancias, pero siempre nos dicen que las empresas tienen autorización. Sin embargo, si no hay licencia social, estas actividades deben detenerse», sostuvo.
Fuentes también alertó sobre el daño ambiental en la región: «Están destruyendo las cabeceras de agua y afectando gravemente la fauna. Esto perjudica directamente a nuestras comunidades.» Ante la situación, el alcalde anunció la necesidad de convocar una mesa de diálogo con participación de las instancias nacionales competentes.
Las comunidades de Santo Domingo de Anda y Pueblo Nuevo han dejado claro que continuarán movilizándose hasta que las empresas mineras respeten sus demandas. El próximo domingo, se llevará a cabo una reunión en el caserío Esperanza para evaluar los avances y planificar nuevas acciones.
