La extracción masiva de pota por parte de embarcaciones chinas ha encendido las alarmas en la industria pesquera peruana. Según José Luis Bernuy, presidente de la Asociación Nacional de Pescadores Artesanales del Perú (Anepap), la presencia de cerca de 400 barcos chinos en las costas peruanas está afectando gravemente tanto a la pesca artesanal como a la industrial, poniendo en riesgo miles de empleos y la sostenibilidad del recurso.
En una entrevista con la Red de Comunicación Regional (RCR), Bernuy destacó que el número de barcos extranjeros ha crecido exponencialmente en los últimos años. «En 2001, cuando se usa el reglamento de la ley de pesca, se hablaba de 21 barcos, ahora estamos hablando de 300 a 400 barcos, que no solamente vienen a hacer sus pescas del año, sino que vienen acompañados con buques tanques de abastecimiento de combustible», señaló. Esta situación ha generado un impacto directo en la disponibilidad de pota, especie clave para la industria pesquera del país.
Desaparición de la pota
Bernuy explicó que la sobreexplotación de la pota, recurso compartido entre las aguas nacionales y las internacionales, ha llevado a su escasez en los últimos tres meses. Este agotamiento no solo afecta a la pesca de la pota, sino también a otras especies importantes para la industria, como el perico, que dependen de esta especie para su alimentación. La cadena alimenticia marina se está viendo alterada, lo que podría tener consecuencias devastadoras para el ecosistema y la economía.
«La pota es un recurso compartido que sostiene la industria del congelado nacional y la alimentación nacional. Tuvo el año pasado un valor de 620 mil toneladas, que produjeron exportaciones por 850 millones de dólares, en pota y en distintos productos derivados», añadió Bernuy, subrayando la magnitud de las pérdidas que enfrenta el sector.
Impacto en el empleo y la economía
La pesquería de pota es la segunda actividad pesquera más importante del Perú, detrás de la anchoveta. Bernuy destacó el rol vital de esta industria en la economía local. «Como es un recurso compartido, se sostiene la alimentación y también la industria, que da 200.000 puestos de trabajo en tierra para 47.000 personas que se dedican a esta pesquería», explicó. La desaparición de la pota podría dejar sin empleo a miles de familias que dependen directamente de esta actividad.
Inacción del Estado y movilización
Ante esta crisis, Bernuy criticó duramente al Congreso y al Ministerio de la Producción por no tomar medidas concretas para frenar la pesca indiscriminada de las flotas chinas. Según el líder de ANEPAP, la falta de acción por parte de las autoridades está poniendo en peligro la sostenibilidad de la pesca en el país.
Bernuy anunció una movilización para el próximo 12 de noviembre. «Es cuestión de interés nacional. Y vamos a paralizar este 12 de noviembre, porque si no escuchan, vamos a agotar todas las medidas de diálogo para que el Congreso apruebe de una vez la ley de compras estatales», declaró, en referencia a la ley que busca beneficiar a la pesca artesanal y proteger los recursos marinos del país.
