jueves 26, diciembre 2024

Pesca ilegal y escasez de pota: Crisis pesquera amenaza a 20 000 familias peruanas

La pesca artesanal de pota enfrenta una caída histórica, que pone en riesgo la sostenibilidad económica y ambiental del sector, mientras aumentan las amenazas de pesca ilegal.

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El sector pesquero peruano atraviesa una de las peores crisis de su historia, afectando gravemente a la pesca artesanal, especialmente a la de pota o calamar gigante. Alfonso Miranda, presidente del Comité para la Gestión Sostenible del Calamar Gigante del Pacífico Sur (Calamasur), advirtió que la industria está enfrentando una caída en la producción sin precedentes. Según Miranda, la paralización del procesamiento de pota en las plantas pesqueras es un reflejo del panorama que atraviesa la pesca artesanal en el país.

Impacto de la crisis en la industria pesquera

En los últimos meses, la escasez de capturas de pota ha llevado a una disminución significativa de la producción. Miranda estima que este año la producción de pota caerá entre un 40% y 50% en comparación con 2023, lo que afectará a las comunidades costeras que dependen de este recurso. En total, alrededor de 20 000 pescadores y sus familias se ven directamente perjudicados por esta crisis. La disminución en el volumen de capturas también se traduce en una fuerte caída en las exportaciones de productos pesqueros para consumo humano, que este año se prevé no superen los 1300-1400 millones de dólares.

Uno de los factores que agrava la situación es la pesca ilegal en aguas peruanas, especialmente la realizada por flotas extranjeras, como las de China. La falta de una regulación efectiva y el monitoreo adecuado de las embarcaciones extranjeras contribuyen al aumento de prácticas de pesca ilegal, no declarada y no reglamentada (INDNR). Miranda señala que, a pesar de la introducción de nuevas normativas bajo el Decreto Supremo N.º 014-2024-PRODUCE, que exige el uso de un sistema de monitoreo satelital para las embarcaciones extranjeras, la flota pesquera china sigue operando sin cumplir con las reglas.

Uno de los factores que agrava la situación es la pesca ilegal en aguas peruanas, especialmente la realizada por flotas extranjeras, como las de China. (Foto: Calamasur)

El reciente ingreso del buque pesquero chino Hong Run 668 al puerto del Callao el 27 de noviembre es un ejemplo de esta problemática. El barco, que recorrió más de 2500 millas náuticas en solo 10 días, atracó brevemente en el puerto antes de salir rápidamente. Según Calamasur, el buque no cumplió con las regulaciones de monitoreo satelital, lo que levantó sospechas sobre su intención y adherencia a las normativas peruanas. Miranda subrayó que las autoridades deben actuar con transparencia para esclarecer las razones detrás de la breve visita del Hong Run 668, que había estado previamente en Chimbote bajo el pretexto de un cambio de tripulación, un procedimiento que normalmente dura solo unas horas.

Vigilancia y mayor protección

Miranda hizo un llamado la vigilancia ciudadana y a una mayor acción por parte del gobierno para proteger los recursos marinos del país. Según el presidente del Comité de Gestión Sostenible de Calamasur, las predicciones sobre una mejora en las capturas de calamar gigante debido a condiciones climáticas favorables no son suficientes, ya que no se han realizado investigaciones científicas sobre la especie desde 2019.

Miranda también resaltó que es necesario realizar cambios estructurales para mitigar los efectos de la sobrepesca y la pesca ilegal. «Esto no es solo un problema económico; se trata de salvaguardar los medios de vida de los pescadores peruanos y la sostenibilidad de nuestros ecosistemas marinos», concluyó.

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