El Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego del Perú (Midagri) será el encargado de coordinar y liderar la Undécima Reunión del Órgano Rector del Tratado Internacional sobre los Recursos Fitogenéticos para la Agricultura y la Alimentación (TIRFAA), que se celebrará en Lima entre el 24 y el 29 de noviembre de 2025.
Este evento reunirá a más de 140 países, con el propósito de abordar temas cruciales para la seguridad alimentaria mundial, como la conservación y el uso sostenible de las semillas, que son fundamentales para garantizar la estabilidad de los sistemas agrícolas frente a la crisis climática.
La importancia de las semillas en la seguridad alimentaria
Las semillas son el núcleo de la agricultura y, por ende, la base de nuestra seguridad alimentaria. Sin ellas no existe la posibilidad de producir alimentos, y en tiempos de crisis, ya sean ambientales, sociales o sanitarias, su importancia se vuelve aún más evidente. La preservación de la diversidad genética de las semillas es esencial para la resiliencia de los sistemas alimentarios globales. «La semilla es el insumo fundamental en todas las cadenas agrícolas. Sin semillas no hay agricultura, y también sin semillas no hay alimentos», explica el gobierno peruano.
En este sentido, las semillas no solo desempeñan un papel vital en la producción de alimentos, sino que también ayudan a los agricultores a adaptarse a las diversas condiciones ambientales de sus regiones. Gracias a su diversidad genética, las semillas brindan soluciones frente al cambio climático, ya que permiten producir cultivos más resistentes a fenómenos extremos como sequías o inundaciones, cada vez más frecuentes por el calentamiento global.

Perú como sede y líder en la conservación de recursos fitogenéticos
La elección de Perú como sede de este evento no es casual. El país es reconocido a nivel mundial por su vasta biodiversidad agrícola y es el origen de cultivos fundamentales como la papa, el maíz y la quinua. Esta riqueza genética le otorga un papel crucial en la conservación de los recursos fitogenéticos globales, ya que su biodiversidad es clave para la seguridad alimentaria mundial.
Además, el Perú cuenta con un largo historial de esfuerzos en la investigación agrícola y la preservación de semillas autóctonas, desarrolladas a lo largo de siglos por sus comunidades nativas y agricultores tradicionales. «La preservación de la diversidad genética vegetal es el seguro de vida de nuestros alimentos. Y también son el sostén para que las naciones gocen de autosuficiencia y seguridad alimentaria», destaca el Midagri.
Este encuentro será una oportunidad para que el país ponga en evidencia sus avances en investigación y sostenibilidad agrícola, a la vez que reafirma su compromiso con la conservación de los recursos fitogenéticos, esenciales para enfrentar las nuevas demandas alimentarias que impone la crisis climática.
La crisis climática y los desafíos para la agricultura global
Los efectos del cambio climático ya están teniendo un impacto directo en la agricultura global, con consecuencias graves para la producción de alimentos. El aumento de las temperaturas, las alteraciones en los patrones de lluvia y los fenómenos climáticos extremos amenazan la estabilidad de los cultivos en todo el mundo. Ante esta realidad, contar con un sistema agrícola resiliente, basado en semillas adaptadas a diversas condiciones, es más crucial que nunca.

La diversidad genética de las semillas ofrece una respuesta a esta incertidumbre climática. Las variedades de cultivos adaptadas a diferentes entornos permiten que los agricultores produzcan alimentos de manera más sostenible, incluso cuando se presentan condiciones adversas. «Es la biodiversidad de los cultivos la que mantiene nuestros sistemas alimentarios fuertes y resilientes frente a las contingencias ambientales», explica el gobierno peruano.
El Tratado Internacional sobre los Recursos Fitogenéticos para la Agricultura y la Alimentación
El TIRFAA es un tratado promovido por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), cuyo objetivo principal es garantizar la conservación de los recursos fitogenéticos y su acceso equitativo. Además, fomenta la cooperación internacional para que los beneficios derivados del uso de estos recursos se distribuyan de manera justa entre los países.
Este acuerdo multilateral tiene un impacto directo en la seguridad alimentaria global, ya que asegura que las semillas y otros recursos genéticos se conserven y estén disponibles para futuras generaciones. Durante la reunión de noviembre, se discutirán estrategias para mejorar la cooperación entre países, promover el intercambio de germoplasma y fortalecer las políticas de conservación a nivel mundial.


