En lo alto de la Cordillera Blanca, con el sol reflejándose en los picos nevados que aún resisten al calentamiento global, autoridades, científicos y pobladores locales se reunieron en el Refugio de la Laguna de Llaca, en Huaraz, para conmemorar por primera vez el Día Mundial de los Glaciares.
Desde este año, cada 21 de marzo será una fecha simbólica para la protección de los glaciares. Oficialmente establecida por las Naciones Unidas, esta efeméride busca movilizar esfuerzos para la conservación de la criósfera, esa capa congelada del planeta de la que dependen más de 2 mil millones de personas para acceder a agua dulce.
Perú en el epicentro del deshielo
En el Perú, el deshielo no es solo una estadística en un informe. Es una crisis que avanza a pasos agigantados. Según el Minam nuestro país alberga el 68% de los glaciares tropicales del mundo, una fuente vital de agua de la que dependen millones de personas para el consumo humano, la agricultura y la generación de energía.
Pero esta maravilla natural se desvanece, y no es un problema reciente. Entre 1962 y 2016, el Perú perdió 1,284 km² lo que equivale al 53.56%. En palabras sencillas, perdimos más de la mitad de su área total. Así lo revela el estudio Las Cordilleras Glaciares del Perú, elaborado por el Instituto Nacional de Investigación en Glaciares y Ecosistemas de Montaña (Inaigem).
Uno de los casos más dramáticos es el de la Cordillera Blanca, la cadena montañosa tropical más extensa del mundo. En el Perú, más de 700 glaciares se están desvaneciendo. En poco más de cinco décadas, esta imponente muralla de hielo ha perdido el 38.20% de su superficie, y las consecuencias son visibles: ríos con caudales cada vez más bajos, menos agua potable disponible y ecosistemas en riesgo.
Nevado Pastoruri o la «Ruta del cambio climático»
El reconocido nevado Pastoruri es uno de los glaciares más golpeados por este colapso. Entre 1995 y 2016, perdió el 60% de su masa glaciar, un retroceso alarmante que confirma la aceleración del deshielo, según la Autoridad Nacional del Agua (ANA). Lo que antes era un símbolo del turismo de alta montaña en los Andes peruanos, hoy es una sombra de lo que fue. Ahora es conocida como la «Ruta del cambio climático», marcada por grietas y charcos donde antes solo había hielo eterno. El informe también señala que en las últimas décadas el Pastoruri ha retrocedido 651 metros debido al cambio climático.
Y lo peor aún está por venir. Proyecciones científicas advierten que, para finales de este siglo, hasta el 97% del volumen de los glaciares en los Andes tropicales podría desaparecer. Investigaciones resaltan que a esta amenaza se suman factores como los incendios forestales, que dejan en el aire partículas que ensombrecen la superficie del hielo, disminuyendo su capacidad de reflejar la luz solar.
Este fenómeno es conocido como reducción del albedo. Con cada capa de hollín que se posa sobre el hielo, el deshielo se acelera. Y con este fenómeno, aumenta el temor y la incertidumbre de las comunidades que dependen de estas reservas naturales.
Ciencia al servicio de la conservación
Durante el lanzamiento del primer Día Mundial de los Glaciares en Huaraz, los especialistas del Inaigem mostraron cómo la ciencia peruana sigue de cerca esta crisis. Con drones para estudios topográficos, botes batimétricos de fabricación propia que miden la profundidad de las lagunas de origen glaciar y dispositivos de fotogrametría, cámaras y GPS, los científicos recopilan información para la gestión del riesgo de desastres y la adaptación al cambio climático.
El evento también fue un espacio para evidenciar, con datos y testimonios, los cambios que enfrentan los glaciares peruanos. Guías de montaña, testigos directos del retroceso del hielo en las últimas décadas, compartieron relatos personales. Sus palabras reflejaron la transformación del paisaje con el que conviven así como el impacto en la vida de quienes dependen de la alta montaña.
Finalmente se realizó la firma de un convenio entre el Inaigem y la Asociación de Guías de Montaña del Perú (AGMP). Este acuerdo busca fortalecer el monitoreo glaciar y mejorar la seguridad en estas zonas extremas, permitiendo ampliar el conocimiento sobre estos ecosistemas y responder mejor a los efectos del calentamiento global.
El futuro de los glaciares depende de la acción humana
Los glaciares no son solo postales de belleza o turismo, son fuentes de vida. A nivel mundial, existen alrededor de 275 000 glaciares que cubren aproximadamente 700,000 km² de la superficie terrestre. Su deshielo alimenta los ríos de los que dependen más de 2 mil millones de personas para acceder al agua dulce y sostener sus medios de vida.
Los informes del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC) advierten que las regiones montañosas, incluidos los Andes peruanos, se calientan a un ritmo más acelerado que el promedio global. La evidencia es innegable y el tiempo, cada vez más corto.
¿Cuándo fue la última vez que contemplaste un nevado o un glaciar? ¿Crees que sigue igual que entonces? En tu próxima visita, detente un momento antes de descender y obsérvalo con atención. Cada año, su retroceso es más desolador.
Si te preguntas qué puedes hacer para enfrentar esta crisis y conmemorar este primer Día Mundial de los Glaciares, empieza por reducir tu huella de carbono, informarte sobre el impacto del cambio climático y exigir políticas de conservación. La lucha por preservar los glaciares es, en el fondo, la lucha por nuestra propia supervivencia. No mires a otro lado.
