UCAYALI. A 35 kilómetros del distrito de Neshuya, en la provincia de Padre Abad, se ubica el caserío Nolberth del Alto Uruya. Este lugar es conocido por su notable producción de chocolate, gracias al trabajo de Erolita Meléndez Tuanama, líder de la Asociación de Mujeres Chocolateras Corazón de Nolberth de Alto Uruya. La organización está compuesta por 25 socias que encontraron en sus chocolates una oportunidad de desarrollo y un camino hacia la superación.
Historia de Erolita
Erolita, originaria de la provincia El Dorado en la región San Martín, llegó al caserío Nolberth del Alto Uruya a los 11 años en busca de mejores oportunidades. En aquel entonces, era un pequeño pueblo y contaba con tan solo una pequeña escuela multigrado. En 2004, el Programa de Desarrollo Alternativo (PDA) llegó a la zona promoviendo el cultivo de cacao, palma aceitera y la crianza de ganado. La mayoría de los habitantes optaron por el cultivo del grano.
“Desde muy pequeña acompañaba a mi padre a las escuelas de campo. Me gustaba la motivación que nos daban y siempre quise emprender. Participaba en todos los talleres y sabía que algún día iba a tener mi propio cultivo de cacao. Le dije a mi papá que ya que no podía estudiar por la lejanía de nuestra comunidad, quería desarrollarme a través del cacao”, recuerda Erolita.
En la actualidad, la lideresa cuenta con tres parcelas de cacao en etapa de producción y participa en diferentes eventos promoviendo los productos de la organización chocolatera con la marca “Alto Uruya”. Gracias a su dedicación y esfuerzo, en el 2019, participó en un encuentro internacional de mujeres líderes.
Pasión por los chocolates
Erolita vendía sus cultivos de cacao en granos hasta que participó en un taller de elaboración de chocolates que cambió el rumbo de su emprendimiento. Entusiasmada, animó a sus vecinas a preparar chocolates. Aunque los primeros intentos no fueron perfectos, no se desanimaron y continuaron perfeccionándose.
En el 2017, recibieron asesoramiento de la Asociación para la Investigación y Desarrollo Integral (AIDER), y participaron en una pasantía en San Martín, donde aprendieron sobre el procesamiento del cacao.
“A pesar de no tener el apoyo de nuestras parejas al principio por el machismo, participamos en una pasantía. Eso nos permitió tener una mejor proyección de lo que queríamos, luego logramos gestionar las primeras máquinas semi industriales con AIDER para emprender”, cuenta Erolita.
En 2019, la asociación de mujeres recibió equipamiento industrial de la Comisión Nacional para el Desarrollo y Vida Sin Drogas (Devida) para la elaboración de chocolates. Desde entonces, mejoran sus productos y reciben soporte técnico para la producción de sus productos.
Un futuro prometedor
Los chocolates elaborados por la asociación se comercializan en seis puntos de la región Ucayali y se envían a diversas partes del país. Asimismo, Erolita contó a Inforegión que sueñan con exportar sus chocolates. Explicó que la marca Alto Uruya significa esfuerzo y paz. “Es el sacrificio de nuestras socias y representa nuestra dedicación y amor por nuestros sueños”, finaliza.
