El 10 de enero, familiares de personas desaparecidas, con el apoyo de la Policía Nacional y la Fiscalía Provincial Mixta de Mazuko, desenterraron cuatro cuerpos en una zona conocida como el «Valle del Castigo». Este lugar es señalado como un posible cementerio clandestino, y se estima que en él podrían estar enterradas unas 100 personas desde 2020. La Pampa, que hace referencia a una vasta extensión situada entre los kilómetros 98 y 115 de la Carretera Interoceánica, se encuentra en la zona de amortiguamiento de la Reserva Nacional Tambopata, en Madre de Dios.
La Pampa es conocida por ser un símbolo del daño causado por la minería ilegal en Perú. La deforestación, el uso descontrolado de mercurio y el crimen organizado han convertido la zona en un lugar de extrema violencia, donde ocurren delitos como la trata de personas, la explotación sexual y el sicariato.
Detalles del hallazgo
Los cuerpos encontrados corresponden a Alex Cárdenas Flores (43 años), Orlando Mestanza Taita, Moisés Jonathan Pineda y un cuarto cadáver aún sin identificar, que podría ser Segundo Agustín Montalvo Núñez, alias «El Profe». Su cuerpo sigue en el Instituto de Medicina Legal de la Fiscalía, a la espera de ser identificado por huellas dactilares, placas dentales y ADN.
“A la fecha podemos decir que este lugar es un cementerio de cadáveres” declaró a Inforegión, Federico Choque García, fiscal de la Fiscalía Provincial Mixta de Mazuko. Según Choque, días antes un testigo anónimo había entregado a los familiares una foto del lugar, en la que se señalaban las tumbas con un ramo de hojas de trébol en cada una, indicando los sitios donde se encontrarían enterrados los cadáveres de sus seres queridos.
El Valle del Castigo
Ubicado a solo un kilómetro y medio de la Vía Interoceánica, específicamente en el kilómetro 109, el «Valle del Castigo» abarca unas 20 hectáreas de terreno marcadas por arenales y relaves mineros. En el lugar se observan numerosos montículos de tierra, palas abandonadas, huellas de maquinaria pesada y rastros de movimientos de tierra, creando un ambiente siniestro, oscuro, con el olor nauseabundo a cadáveres.
Se cree que en el «Valle del Castigo», los grupos de seguridad de los mineros ilegales ejecutan y entierran a sus víctimas como parte de un sistema de «justicia» ilegal. Conocidos como «Los Guardianes de la Trocha», están liderados por Eneyser Fernández Pérez, alias “Brayam”. A este grupo criminal se le atribuye la muerte y desaparición de unas 400 personas desde 2014, según registros de la División de Investigación Criminal de Puerto Maldonado.
Los últimos momentos de las víctimas
El 10 de noviembre de 2024, Alex Cárdenas Flores (43), Moisés Jonathan Pineda y Orlando Mestanza Taita fueron aparentemente convocados por Segundo Agustín Montalvo Núñez para acompañarlo en la venta de 4 kilos de oro en una tienda de acopio en el kilómetro 108. Sin embargo, desconocían que el propietario de la tienda había alertado a la seguridad, liderada por un individuo conocido como «Brayam», jefe de los mineros ilegales en La Pampa.
Después de la venta, el grupo se dirigió al bar El Sagitario, ubicado en «la entrada del Faraón» en el kilómetro 108, donde testigos afirman que cuatro miembros de seguridad, encabezados por Brayam, los detuvieron. Los sometieron, cubriéndoles las cabezas con bolsas negras, y los trasladaron en un motocargador hacia el kilómetro 109, en dirección al «Valle del Castigo».
Según un testigo anónimo que filtró información, existe un video que registra las torturas sufridas por Cárdenas y sus acompañantes. En el video, se muestra cómo los hombres fueron obligados a cavar sus tumbas, luego fueron alineados, amarrados y golpeados en la cabeza, mientras les realizaban cortes en los costados y les disparaban.
El pasado 10 de enero, bajo la dirección del fiscal Federico Choque, policías de la comisaría de Santa Rosa y familiares de las víctimas ingresaron al «Valle del Castigo». Allí, los familiares, entre lágrimas, descubrieron los cuerpos de Alex Cárdenas, Moisés Pineda y Orlando Mestanza. Todos presentaban signos de tortura, como manos atadas, golpes en la cabeza, cortes y heridas de bala.
Junto a uno de los cuerpos, se halló un DNI a nombre de Preisler Brayan Huarmiyuri Panduro. Sin embargo, según los testimonios de los testigos, este no correspondería a la cuarta víctima, ya que la persona que acompañaba a Alex, Moisés y Orlando era Segundo Agustín Montalvo Núñez, conocido por los apodos de “el profe”, “doctor” o “el viejo”.
Sobre las víctimas
Alex Cárdenas Flores, de 43 años, vivía en Mazuko, donde trabajaba como jugador de fútbol. Estaba casado y tenía un hijo. El 10 de noviembre recibió una llamada, tomó sus zapatillas y mochila, y partió hacia La Pampa para jugar, pero nunca regresó. Su celular permaneció apagado.
Orlando Mestanza Taita vivía en Puerto Maldonado con su esposa y dos hijos menores. Viajó a La Pampa el 9 de noviembre por un trabajo. El 10, llamó a su familia para decirles que regresaría al mediodía, pero nunca llegó. El 12 de noviembre un anónimo le informó a su esposa que Orlando había sido asesinado por la seguridad de los mineros ilegales y enterrado en el «Valle del Castigo». Por su parte, Moisés Jonathan Pineda, de 21 años, trabajaba en Inambari y fue reportado desaparecido.
El cuarto cadáver encontrado se presume que podría corresponder a Segundo Agustín Montalvo Núñez. Este, conocido como «el doctor», «el profe» o «el viejo», es el líder de la banda criminal «Los Norteños y Guarayos». Fue condenado a cadena perpetua por el asalto al Banco de la Nación de Puerto Maldonado en 2015, donde robaron 4 millones de soles y 25 kilos de oro. Se encontraba oculto en La Pampa al momento de su muerte.
¿Quiénes son “Los guardianes de la trocha”?
Eneyser Fernández Pérez, identificado con el DNI 47724375, sería «Bryan» o “Brayam”, el líder de la seguridad de los mineros ilegales en La Pampa, conocida como “Los Guardianes de la Trocha”. Con solo 27 años, Brayam asumió el control tras el asesinato de su hermano, Yvan Fernández Pérez, alias “Tony”, ocurrido el 28 de marzo de 2024, en un enfrentamiento armado por el control territorial de La Pampa con otras bandas criminales.
Brayam lidera una estructura conformada por su hermano Claudio Fernández Pérez, alias “Mashico” (29), Jhon Fernández Pérez, alias “El Coco” (32), Edison Fernández Pérez, alias “Chile” (29), Iván Fernández Pérez, alias “El Charapa” (31), entre otros miembros como Edwin Barazorda Huayllani, alias “Grande”, Fredy Ccama Arapa y personas conocidas por los alias “Mackley”, “Zamboa”, “Rocca”, “Soto” y “Ashuco”. Juntos, controlan la seguridad en La Pampa, imponiendo su ley.
En La Pampa, la seguridad es sinónimo de autoridad. Ellos resuelven disputas, incluso personales, como conflictos conyugales, y son los encargados de imponer el orden. Si alguien tiene un problema, la primera instancia a la que se recurre es la seguridad, ya que ellos se consideran los únicos con la capacidad de imponer justicia.
Además de su rol de control, “Los Guardianes de la Trocha” cobran fuertes cupos por protección a los mineros ilegales, comerciantes, transportistas y negocios en la zona, como bares y cantinas. Se estima que, a partir de los negocios establecidos en la región, recaudan más de 6 millones de soles mensuales. Su influencia también abarca la minería ilegal, al colocar sus equipos en las áreas más productivas de La Pampa. La organización no solo se dedica al cobro de extorsiones, sino también a la organización de fiestas y eventos, con conciertos y actividades recreativas durante los fines de semana.
Clamor por justicia y acción estatal
Uno de los familiares de los desaparecidos declaró a Inforegión: «Que desaparezca La Pampa» y exigió la intervención de la presidenta Dina Boluarte, pidiendo la erradicación de la minería ilegal en la zona. Otro familiar expresó que el Gobierno está al tanto de lo que ocurre en La Pampa, pero no hace nada al respecto. Los familiares claman justicia, exigen el castigo para los responsables de los crímenes y buscan respuestas sobre la desaparición de sus seres queridos.
Otras desapariciones sin resolver
En Madre de Dios, el registro de personas desaparecidas llevado por la División de Investigación Criminal (Divincri) muestra un alarmante número de casos no resueltos: en 2015, 243 personas desaparecieron; en 2016, 237; y en 2017, 49. Además, entre 2014 y 2024, la Fiscalía reportó la recolección de 351 cadáveres en La Pampa, la mayoría debido a homicidios y accidentes laborales. Según un informe policial, entre 2020 y 2022, se registraron 55 homicidios en la misma zona.
Roxana Atamari Valencia, una comerciante y trabajadora minera de 51 años, desapareció el 8 de agosto de 2020. Ese día, fue retirada de la discoteca Tokio por la seguridad de La Pampa, acusada de filtrar información a la policía sobre los motores de minería ilegal. Testigos afirman que fue torturada y asesinada en el «Valle del Castigo». A pesar de las búsquedas, el cuerpo de Roxana nunca fue encontrado.
En noviembre de 2021, una joven venezolana conocida como «Melody» desapareció tras ser sacada a golpes de un bar en la entrada de «El Faraón». Fue llevada al «Valle del Castigo», donde fue violentada y estrangulada. La esposa de un minero la había acusado con «Los guardianes de la trocha» de mantener una relación con su pareja. El asesinato de Melody fue documentado en una fotografía que fue compartida entre sus compañeras, como una amenaza a quienes se involucraran con los mineros ilegales.
