El Blgo. Sandro Chávez Vásquez, presidente de la Comisión Ambiental Nacional (CAN) del Colegio de Biólogos del Perú, sostiene que el contexto actual exige una presencia activa y rigurosa de la profesión en los espacios donde se decide el futuro climático y ambiental del país. Su plan operativo 2025–2027 busca fortalecer el rol asesor del CBP, promover incidencia técnica y articular a los Consejos Regionales en temas que van desde el cambio climático hasta los pasivos ambientales.
“La CAN ha venido alertando a nuestro Consejo Directivo Nacional sobre diversos problemas ambientales que se dan en el país y el planeta”, afirma. Entre estos, destaca uno decisivo: “El cambio climático sin duda es uno de los más relevantes, pues afecta a todos los ecosistemas y al comportamiento de los seres vivos que habitan allí”.
Para Chávez, este fenómeno refleja “la interferencia humana desenfrenada que afecta el equilibrio de la vida en la Tierra”, razón por la cual considera que el CBP debe integrarse a las acciones conjuntas que realizan a través de alianzas locales, nacionales e internacionales.
Crisis ambientales y articulación desde la CAN
Además del cambio climático, el biólogo menciona otros frentes de enorme preocupación. “La deforestación de los bosques, que trae consigo la pérdida de biodiversidad, y la presión sobre las áreas naturales protegidas, representan amenazas que requieren atención inmediata”. También alerta sobre el incremento de la extracción petrolera en zonas sensibles.
Frente a estos riesgos, recuerda que “el CBP se ha ido pronunciando con informes y propuestas que la CAN ha ido alcanzando a la dirección de nuestro colegio profesional”. Consciente de la necesidad de generar espacios de discusión, anuncia que “el 20 de noviembre realizaremos un evento internacional con Mesas Redondas que abordarán el reto de los Biólogos para conservar la biodiversidad y enfrentar el cambio climático”.
La minería ilegal ocupa un lugar prioritario en la agenda técnica. Según Chávez, “no solo deforesta, sino que también degrada el suelo y fragmenta los hábitats afectando seriamente a la diversidad biológica”. Por ello, explica que los comités técnicos de la CAN trabajan propuestas para enfrentar esta actividad, articulando con colectivos especializados.

En paralelo, la gestión inadecuada de residuos sólidos sigue generando impactos en ciudades y zonas rurales. Chávez subraya que “nuestros Comités Técnicos están trabajando propuestas que permitan hacer incidencia desde el CBP para la mejor gestión de los RRSS”.
Como representante del CBP ante la CONABID, Chávez participa en el seguimiento del Plan de Trabajo 2025, de la Estrategia Nacional de Diversidad Biológica y de los acuerdos del Convenio sobre la Diversidad Biológica. Explica que es responsabilidad de la CAN “ir evaluando los compromisos que el Gobierno ha cumplido” en estos instrumentos.
Para fortalecer la articulación territorial, la CAN impulsa la conformación del Comité de Coordinación Ambiental (CCA), cuyo objetivo será consolidar la relación técnica con los Consejos Regionales. Si bien este espacio está en proceso, la CAN ya brinda asesoría directa: “La idea es fortalecer sus capacidades y estamos en ello avocados en los próximos meses”, afirma.
Bonos de biodiversidad, financiamiento y la rigurosidad científica del biólogo
Uno de los ejes clave del trabajo de la CAN es el desarrollo de propuestas técnicas sobre nuevos mecanismos financieros para la conservación. Chávez explica que “los créditos o bonos de biodiversidad son nuevos mecanismos financieros que permiten obtener recursos económicos para la conservación y restauración de los ecosistemas”, siempre y cuando estén respaldados por resultados reales y verificables.
En este escenario, el rol del biólogo es decisivo. “Los biólogos, por su conocimiento científico y rigor metodológico, son fundamentales para evaluar, medir, certificar y validar las acciones de conservación de los hábitats y la biodiversidad”, afirma. Su trabajo garantiza que los beneficios sean tangibles y que los proyectos respondan a estándares confiables.
El presidente de la CAN detalla que estos profesionales “desarrollan metodologías científicas para medir los beneficios para la biodiversidad, como la riqueza de especies, la salud del ecosistema o la conservación de hábitats”. También son responsables de verificar el cumplimiento de los estándares y de validar la adicionalidad, principio que exige demostrar que los resultados no habrían ocurrido sin la inversión.

A esto se suma su participación en el diseño de proyectos de restauración. “Los biólogos son clave en el diseño de proyectos de restauración y conservación que garanticen su efectividad y sostenibilidad”, explica. El monitoreo continuo, añade, es indispensable para asegurar que los beneficios se mantengan en el tiempo.
Chávez destaca que esta experiencia también se aplica a otros mecanismos, incluyendo los créditos de carbono. “Definitivamente, los Biólogos son claves en el desarrollo de varios mecanismos financieros como los créditos de carbono (REDD+)”, afirma.
Biotecnología, pasivos ambientales y remediación
Los biólogos también trabajamos en temas asociados a la remediación ambiental y al uso de organismos vivos como herramientas para enfrentar la contaminación. Chávez define la biotecnología como “una rama de la biología que utiliza organismos vivos, sistemas biológicos o sus derivados para crear o modificar productos y procesos”, y sostiene que los biólogos tienen un rol central en su desarrollo.
“Los biólogos especializados en esta rama desempeñan un papel fundamental debido a su profundo conocimiento de los sistemas vivos, desde el nivel molecular hasta el ecosistema”, señala. Esto permite diseñar soluciones de biorremediación dirigidas a pasivos ambientales que no fueron atendidos oportunamente.
Ordenamiento territorial: una herramienta para prevenir riesgos
Otro tema que es importante para nosotros es el ordenamiento territorial (OT), campo en el que Chávez se ha especializado. Recuerda que, tras años de discusión, “en abril de este año se promulgó la Ley de Ordenamiento Territorial en Perú, Ley N° 32279, donde se crea el Sistema Nacional de Ordenamiento Territorial (SINADOT)”. Actualmente, la norma está en proceso de reglamentación.
El CBP ha expresado su preocupación para que el OT avance con recursos y plazos definidos. “El CBP ya ha mostrado su preocupación por que esta norma sea reglamentada cuanto antes, pero en especial implementada, con su correspondiente presupuesto”, sostiene. Para el biólogo, su aplicación efectiva permitirá “una ocupación ordenada a partir de la capacidad de uso del suelo y el uso sostenible de los recursos naturales”, integrando además los enfoques de riesgo de desastres y adaptación al cambio climático.
*Este articulo es parte de la revista «Biólogos», una edición especial realizada en conmemoración de los 78 años del Día del Biólogo Peruano, y se puede encontrar aquí.


