En medio de la selva loretana, el Centro de Rescate Amazónico (CREA) se ha convertido en un espacio de esperanza para los animales silvestres que sufren las consecuencias del tráfico ilegal y la caza furtiva. Fundado en 2007, este centro trabaja con el acompañamiento técnico del Organismo de Supervisión de los Recursos Forestales y de Fauna Silvestre (Osinfor), con el objetivo de rescatar, rehabilitar y devolver a su hábitat a las especies afectadas.
Ubicado en el kilómetro 13 de la carretera Iquitos–Nauta, en el distrito de San Juan Bautista, CREA alberga actualmente 35 especies diferentes, desde motelos con patas amarillas hasta tucanes. En sus instalaciones, los animales reciben cuidados veterinarios especializados, alimentación balanceada y atención permanente hasta recuperar su salud física y mental.
“Recepcionamos ejemplares de fauna silvestre amazónica provenientes del tráfico ilegal o mantenidos en cautividad bajo condiciones inadecuadas”, explicó Luis Javier Velásquez Varela, director del CREA. Estas especies son entregadas por la autoridad regional forestal y de fauna silvestre (ARFFS) para su rehabilitación y posterior liberación en su entorno natural.
Del rescate a la liberación
El proceso de recuperación de los animales sigue un riguroso protocolo que abarca desde el rescate hasta la reintegración en la selva. El manatí amazónico es una de las especies más emblemáticas y recibe especial atención, aunque el trabajo también incluye tortugas, monos, aves y otros mamíferos.
Los animales llegan al CREA en condiciones críticas: muchos son crías huérfanas, otros presentan heridas o desnutrición severa. Durante su estancia, reciben cuidados individualizados para garantizar que puedan readaptarse a la vida silvestre. El acompañamiento de Osinfor, mediante sus supervisiones, asegura que la custodia temporal se realice bajo condiciones óptimas. Este seguimiento es esencial para garantizar el bienestar de los ejemplares y su preparación para el retorno al hábitat natural.

Entre las especies liberadas, destacan las tortugas taricayas, los monos pichicos y los perezosos, que tras meses de recuperación son reintroducidos cuidadosamente en zonas protegidas. Hasta la fecha, miles de tortugas acuáticas han regresado a los ríos amazónicos, contribuyendo al equilibrio ecológico de la región.
Educación y compromiso con la conservación
El trabajo del CREA no se limita al rescate animal. La educación ambiental es otro de los pilares de su labor. A través de charlas y actividades en comunidades ribereñas y urbanas de Loreto, el centro busca sensibilizar a la población sobre el impacto del tráfico ilegal y la necesidad de proteger la biodiversidad amazónica.
Estas acciones promueven un cambio de conciencia entre los visitantes y las comunidades locales, fomentando una relación más respetuosa con la fauna silvestre. En paralelo, el centro impulsa la investigación científica, fortaleciendo el conocimiento sobre las especies amazónicas y las estrategias para su conservación.
En la Amazonía peruana, donde el tráfico de fauna continúa siendo una amenaza constante, el trabajo del CREA representa un esfuerzo sostenido por restaurar lo que la actividad humana destruye. Cada animal liberado simboliza una nueva oportunidad para la vida silvestre y un recordatorio del compromiso que la sociedad debe asumir con la naturaleza.


