Con un llamado a la acción y un enfoque en la integración con igualdad de género, un grupo de 27 lideresas de diásporas de América Latina y el Caribe se reunieron en Lima para el 4° Encuentro Regional de mujeres lideresas. Celebrado del 3 al 5 de septiembre, el evento culminó con la creación de la Declaración de Lima, un documento que consolida una agenda de trabajo para proteger los derechos de las personas en movilidad.
El encuentro, organizado por la OIM, OIT, ACNUR y la OEA, junto a la Red de Lideresas de la Diáspora Venezolana, se posicionó como un espacio clave para el intercambio de buenas prácticas y el fortalecimiento de redes de acción colectiva.
La Declaración de Lima: Un compromiso con el trabajo decente y la no discriminación
La Declaración de Lima es el resultado de un proceso colaborativo que establece compromisos claros. Las lideresas hicieron un llamado a los Estados y a la comunidad internacional para que fortalezcan los mecanismos de regularización y refugio, garantizando la participación de las mujeres en los procesos de toma de decisiones. Además, subrayaron la importancia de reconocer el trabajo de cuidados como un derecho fundamental para avanzar hacia la igualdad.

El documento también reafirma el compromiso de las lideresas con la lucha contra todas las formas de discriminación, racismo, xenofobia y violencia. Con una mirada al futuro, se comprometieron a impulsar la participación de las nuevas generaciones en espacios de liderazgo, asegurando la continuidad de un movimiento que, como señaló Martha Fernández, vicepresidenta de la Red de Lideresas de la Diáspora Venezolana, se basa en la convicción de que “todo con nosotras, nada sin nosotras”.
Liderazgo transformacional y agentes de cambio
A lo largo de los tres días, las ponencias y talleres se enfocaron en equipar a las participantes con herramientas para un liderazgo más efectivo. Sesiones sobre comunicación política y storytelling (narración de historias) buscaron empoderar a las lideresas para que sus mensajes, cargados de experiencia y resiliencia, puedan resonar en audiencias más amplias.
Giuseppe Crocetti, jefe de Misión de la OIM Perú, destacó que el encuentro evidenció que el liderazgo de las mujeres migrantes no es pasivo, sino que son «agentes de cambio». Por su parte, Laura Almirall, representante de ACNUR en Perú, afirmó que su liderazgo, habilidades y resiliencia son «pilares esenciales en la construcción de respuestas efectivas ante situaciones humanitarias».
La reunión en Lima no solo fortaleció una red de mujeres líderes, sino que también las legitimó como protagonistas de una migración con enfoque de género y derechos humanos.


