Pedro Grandez Zuta es un líder innato de 86 años. Lleva casi 30 años cuidando las tierras en las que hoy vive y trabaja día a día por conservarlas. Su experiencia y la protección que ha brindado, en todos estos años, lo ha convertido en el benefactor de los seres vivos que necesitan su espacio natural.
“Dinamo”, que significa “Dios nos ama mucho”, tiene por nombre la parcela de 11 hectáreas y la cual es una Cesión en Uso de Sistemas Agroforestales (CUSAF), que es un título habilitante, que permite realizar actividades agrícolas, forestales y pecuarias de los agricultores familiares ubicados en tierras forestales y de protección”, según señala el Organismo de Supervisión de los Recursos Forestales y de Fauna Silvestre (Osinfor).
“Solicité mi CUSAF, porque quería acceder a un apoyo del Estado con créditos de Agroideas, pero nos pedían presentar un Título de Propiedad y estas áreas están a nombre del Estado, entonces la Autoridad Regional Ambiental (ARA San Martín) nos ha otorgado la CUSAF, que es un documento legal que nos respalda.”, cuenta el líder Grandez.
Agricultura familiar
Asimismo, lo que se busca con esta formalización es “continuar apoyando a las familias que ya se encuentran en el lugar hace muchos años. A través del proyecto Agrofor buscamos eso, pero también brindar asistencia técnica y apoyo en su cadena productiva, mejorar la oportunidad, enfatiza a Inforegión José Capella, director del programa de Bosques y Servicios de la Sociedad Peruana de Derecho Ambiental (SPDA).
Como parte de lo aprendido, Grandez señala que “debemos recuperar también los árboles nativos, porque cumplen una función, como dar alimento y hogar a los animales, mis hermanos menores del campo”, afirma con convicción.
Al ser una zona de protección, en la cual viven diversas familias, deben continuar instalando un sistema agroforestal paulatinamente y el trabajo articulado con el Estado es clave para que “poco a poco se vaya mejorando y reforestando”, afirma Capella.
Cesiones de uso a futuro
Desde el 2015, hay más de 2000 cesiones de uso que se han dado a las familias. Sin embargo, hay un potencial de implementación son más de 100 000 hectáreas en diversas regiones del país, cuenta Capello.
El proyecto Agrofor fue implementado con otros organismos internacionales y ha permitido formalizar actividades de agricultores familiares mejorando su calidad de vida, pero también protegiendo el espacio que lo rodea.
“Yo no busco el beneficio personal, busco el beneficio de la humanidad, para todos los seres vivientes que necesitan de su espacio natural”, sentencia Capello.