El Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego (Midagri), a través del Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (Serfor), liberó a un cóndor andino de más de doce años de edad, llamado “El Picoyano” en honor a la localidad donde fue rescatado.
La liberación se realizó el 15 de mayo en el cañón de Puncuyo, en el sector de Colcallacca, provincia de Huaura, región Lima, con la participación del alcalde del Centro Poblado de Picoy, el presidente de la comunidad, autoridades y habitantes locales.
Este es el segundo cóndor andino liberado por Serfor en menos de una semana, el anterior fue liberado en Apurímac el 5 de mayo. Ambos cóndores son monitoreados por especialistas mediante un transmisor GPS colocado en su banda alar.
“El Picoyano”
Los pobladores de Picoy encontraron al cóndor en febrero pasado, en mal estado físico y débil debido a una intoxicación. Los especialistas de Serfor, realizaron una charla de sensibilización sobre la importancia de esta ave en la naturaleza, explicando su papel como limpiadores que se alimentan de animales muertos, ayudando a prevenir enfermedades, y aclarando que no cazan animales vivos como becerros.
El rescate, rehabilitación y liberación del cóndor Picoyano fue posible gracias al apoyo de las autoridades del Centro Poblado de Picoy, el Zoocriadero El Huayco, MoveBank, UPA (Unión por los Animales) y Latam Airlines.
El cóndor andino, el ave voladora más grande del Perú, está protegida por el Estado y se encuentra en peligro de extinción. Los cóndores andinos pueden vivir al menos 60 años. Según el último censo nacional, en la región Lima se registraron 28 ejemplares. En esa línea, Serfor liberó seis cóndores rescatados en esta región en los últimos nueve años.
Retos para la preservación del cóndor andino
Esta majestuosa especie, tiene la tasa de reproducción más baja, junto con los petreles y albatros. En promedio, una pareja de cóndores pone un huevo cada año y medio y su edad reproductiva es a partir de los seis a ocho años. En comparación con otras especies de aves, el cóndor depende de sus ejemplares adultos para multiplicarse.
Por otro lado, el seguimiento de esta especie representa todo un desafío para los ornitólogos. Hasta el momento, en Perú solo se han capturado y marcado cóndores con situación de envenenamiento y tráfico de animales. Sin embargo, actualmente no se trabaja con cóndores silvestres, a excepción del caso de las Illescas, en Piura, allá por los años 80.
Relacionado a este último caso, la presencia del cóndor andino en las costas peruanas, es un indicativo de la fragilidad de su entorno y la importancia que se debe tener para aplicar medidas de conservación eficientes en favor de esta ave única.
