Un total de 40 tortugas de patas amarillas (Chelonoidis denticulata) fueron liberadas en el Área de Conservación Regional (ACR) Tahuayo, en Loreto, luego de completar un proceso de rehabilitación en el Centro de Rescate Amazónico (CREA). La reintroducción se realizó en la mañana del 22 de diciembre de 2025, tras un traslado fluvial por los ríos Itaya y Amazonas hasta la quebrada Tahuayo.
Procedencia de los ejemplares
Las tortugas fueron recuperadas en operativos contra el comercio ilegal realizados por la Gerencia Regional Forestal y de Fauna Silvestre (GERFOR), la Fiscalía Especializada en Materia Ambiental (FEMA) y la Policía Nacional del Perú. Los animales fueron hallados en condiciones críticas, transportados en costales de polipropileno a bordo de embarcaciones fluviales.
La especie está catalogada como vulnerable por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) y continúa siendo afectada por la caza y comercialización ilegal. “Son muy demandadas; algunas personas las comercializan o sacrifican para platos típicos como la zarapatera o el motelo al kión, que alcanzan precios elevados”, señaló Carlos Marcial Sicchar, especialista del CREA.
Proceso de rehabilitación
Durante el año 2025, las autoridades rescataron aproximadamente 200 tortugas motelo, que fueron trasladadas al CREA para su recuperación. Según el centro, los ejemplares que superan satisfactoriamente las evaluaciones sanitarias y de comportamiento son liberados en el ACR Tahuayo, donde se realiza el seguimiento de su adaptación. Hasta la fecha, 120 tortugas han sido reintroducidas en la zona.
“La liberación de tortugas motelo es un logro que resulta del trabajo coordinado entre el centro de cría, las autoridades y el Área de Conservación Regional Tahuayo, una articulación clave para proteger la vida en los bosques”, indicó César Escalante Fernández, coordinador de la Oficina Desconcentrada del Osinfor en Iquitos.
Supervisión institucional
El Organismo de Supervisión de los Recursos Forestales y de Fauna Silvestre (Osinfor) supervisó la custodia temporal de los animales y verificó que los procedimientos de manejo, alimentación, control sanitario y enriquecimiento ambiental cumplieran la normativa vigente. La liberación contó con la autorización y el acompañamiento técnico del Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (Serfor).
En abril de 2025, tras una supervisión, el CREA obtuvo una constancia de cumplimiento de obligaciones y una calificación de cinco estrellas en el Zoobservatorio, reconocimiento otorgado por el cumplimiento de su plan de manejo de fauna silvestre.
